Luego del ataque armado para liberarlo, las autoridades decidieron trasladar al presunto miembro de las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra y a otros 14 reclusos de alto perfil a un centro de reclusión más seguro.

La madrugada del intento de rescate armado en la estación de Policía de El Rodadero marcó un punto de quiebre para las autoridades. La presencia de Brayan Armando Garizabalo Yepes, conocido como ‘Chocolate’, y otros catorce detenidos de alto perfil en una zona turística expuso las vulnerabilidades del sistema de detención transitoria en Santa Marta.

El operativo del traslado se realizó bajo estrictas medidas de seguridad. Alias ‘Chocolate’, señalado de pertenecer a las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, fue el principal objetivo del grupo armado que intentó irrumpir en la estación con fusiles y la clara intención de liberarlo.

De acuerdo con la Policía Metropolitana, el grupo también buscaba facilitar la fuga de otros reclusos.

El ataque fue repelido por los uniformados en medio de un intercambio de disparos. Un hombre identificado como Juan Manuel Rovira, que hacía parte del grupo armado y residente del barrio María Eugenia, fue abatido durante el enfrentamiento.

La situación generó fuertes cuestionamientos. La defensora de derechos humanos Norma Vera Salazar criticó que criminales de alta peligrosidad estuvieran siendo retenidos en un lugar sin las condiciones necesarias, ubicado además en una zona de alta afluencia turística. “Era una bomba de tiempo”, señaló.

La Policía confirmó que, por razones de seguridad, los quince detenidos fueron trasladados a un centro de reclusión con mayores condiciones de seguridad, cuyo nombre se mantiene en reserva. Mientras tanto, la Sijin avanza en las investigaciones para identificar a los demás responsables del ataque y confirmar si todos los atacantes pertenecen a las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra.

El caso vuelve a poner en discusión la necesidad de fortalecer los protocolos de custodia y la ubicación de los centros de detención transitoria en Santa Marta, especialmente ante la presencia de reclusos considerados objetivos de alto riesgo.