La menor creadora de contenido grabó un video casual en el Camellón de la Bahía. Ese registro terminó siendo clave para que un hombre en situación de calle se reencontrara con su madre, quien lo buscaba desde hacía más de media década.

Una grabación espontánea hecha por una niña de siete años en Santa Marta logró lo que nadie había podido en seis años: reunir a una madre con su hijo desaparecido.

María Ángel, creadora de contenido infantil, se encontraba con su familia en el Camellón de la Bahía cuando decidió grabar un video con un hombre en situación de calle. Él, entre lágrimas, aprovechó la cámara para enviar un mensaje directo:
—“Perdóname por tanto daño… te amo mucho, mamá”.

La niña publicó el video en sus redes. Lo que no sabía era que esa publicación terminaría cruzando fronteras y llegando hasta Perú, donde Blanca Ajaca lo vio por casualidad.

Bastó escuchar unos segundos para saber que esa voz era la de su hijo Jeanniel, a quien no veía desde hacía más de media década.

Blanca no dudó. Organizó su viaje a Colombia de inmediato. Mientras tanto, otro de sus hijos viajó a Santa Marta y empezó a buscar a Jeanniel por las calles. Gracias a las imágenes del video, lo encontraron exactamente en el mismo punto del Camellón donde fue grabado.

El reencuentro fue inmediato. Sin necesidad de confirmaciones. Familiares quedaron frente a frente. Lo abrazaron con fuerza y no dejó de repetir que todo esto había sido posible gracias a la niña que lo grabó.

“Ese video nos devolvió a Jeanniel”, dijo.

La historia ya no es solo un contenido más en redes. Es una prueba clara de que incluso los actos más simples pueden cambiar vidas. María Ángel, sin buscarlo, fue el canal de un reencuentro que parecía imposible. Y todo empezó con un celular, una grabación casual y una frase de perdón.