La mujer, de 90 años, aseguró no tener otro lugar donde vivir, lo que movilizó a la comunidad en un acto de solidaridad.

Los vecinos del sector de Gaira, en Santa Marta, impidieron el desalojo de una mujer de la tercera edad identificada como María, de 90 años, quien se encontraba en riesgo de quedar en la calle tras un proceso legal impulsado por su propia familia.

El dramático episodio ocurrió cuando las autoridades llegaron al inmueble con una orden de desalojo en mano. María, acompañada de su cuidadora, suplicaba entre lágrimas que no la sacaran de su hogar, asegurando que no tenía otro lugar donde vivir. Su angustia conmovió a la comunidad, que rápidamente se organizó para impedir que la policía la retirara de la vivienda.

De acuerdo con versiones de los vecinos, la anciana ha vivido en la casa por muchos años y depende de la ayuda de su cuidadora y la comunidad para su bienestar. Sin embargo, su familia habría iniciado un proceso de posesión que la dejaría sin hogar.

Ante la presión de los habitantes de Gaira, quienes se plantaron en la entrada del inmueble exigiendo una solución humanitaria, las autoridades se vieron obligadas a suspender temporalmente el procedimiento.