La mujer venezolana de 43 años, fue asesinada frente a sus hijas por un vecino chileno que la atacó con una escopeta tras una discusión por el volumen de la música. Organizaciones piden investigar el caso como crimen xenofóbico.

Lo que debía ser una celebración familiar se convirtió en una escena de horror. Yaidy Garnica Carvajalino, una mujer venezolana de 43 años, fue asesinada a sangre fría por un vecino en la comuna de Talagante, en Santiago de Chile. El motivo, según las primeras hipótesis: el volumen de la música.

Según testigos, la familia Garnica estaba reunida en su hogar con música y alegría. Alrededor de las 10:00 p.m., un grupo de vecinos chilenos se acercó a reclamar. La familia accedió a bajar el volumen pero no en la proporción que le exigían. Pero el conflicto no terminó allí. En lugar de apaciguarse, el ambiente se tornó cada vez más hostil.

Los gritos se convirtieron en insultos xenofóbicos. “Vayan a escuchar música a su país, venezolanas c…”, se escuchó varias veces, de acuerdo con lo relatado por familiares y testigos.

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Minutos después, uno de los agresores regresó armado. Sin mediar palabra, apuntó a Garnica y disparó. El impacto fue directo al pecho. Ella cayó frente a sus hijas. Gritos, desesperación y caos. Las mujeres de la familia intentaron socorrerla y subirla a un vehículo para llevarla a un centro médico, pero encontraron las llantas del carro pinchadas. Esa acción, calculada y cruel, impidió que recibiera atención a tiempo. Murió en el lugar.

El asesino se entregó una hora después. Caminó hasta la Subcomisaría de Talagante, con el arma homicida en la mano. Fue formalizado por homicidio, y la Fiscalía pidió prisión preventiva mientras avanza la investigación. La Brigada de Homicidios Centro Norte de la PDI asumió el caso.