Valentina Meza: la policía samaria que enfrentó al Clan del Golfo en pijama


La imagen dio la vuelta al país: dos mujeres policías enfrentando un ataque del Clan del Golfo en Remedios, Antioquia, vestidas con pijama y chaleco antibalas. Una de fue esta joven samaria de 27 años que sin pensarlo salió a defender a sus compañeros heridos, ganándose la admiración de toda Colombia.

Han pasado los días, pero el país sigue hablando de ellas. Dos mujeres policías que se volvieron virales no por un discurso ni por una medalla, sino por su valentía cruda, espontánea, de esas que nacen cuando la vida de otros depende de lo que hagas en cuestión de segundos.

Entre ellas está Valentina Meza Carranza, samaria de 27 años, que saltó de la cama temprano en la mañana en Remedios, Antioquia, para enfrentar lo impensable.

Tres compañeros suyos habían sido heridos por miembros del Clan del Golfo. No había tiempo que perder. Se puso el chaleco antibalas sobre la pijama, agarró su arma de dotación y salió al frente.

“No lo pensé ni una sola vez”, dijo después. “Se necesitaban refuerzos y aunque estaba todavía acostada, me coloqué lo primero que tenía y salí a apoyar al grupo”.

La escena, grabada en un video que recorrió todo el país, mostró a Valentina escoltando a los heridos mientras el ambiente aún estaba cargado de tensión y miedo.

Valentina nació en Santa Marta y desde pequeña soñó con portar un uniforme. En sus redes sociales, se deja ver orgullosa del camino que eligió: el de proteger. Pero ese orgullo no es vanidad. Es compromiso.

Es esa llama interior que la hizo reaccionar sin pensar en su seguridad personal. Fue su instinto, su formación, y quizás también su sangre Caribe la que la empujó a actuar.

Hoy, su nombre suena más allá de la estación de policía donde presta servicio. Ha sido exaltada por su valor, al igual que su compañera Yesica Paola Guisaon, de origen indígena. Ambas rompieron moldes, mitos y estereotipos. Salieron en pijama, pero con el carácter bien puesto.

En Santa Marta, su ciudad natal, su historia ha sido motivo de orgullo. No es común que los héroes se vistan de pijama, pero a Valentina eso no le importa. Su uniforme verdadero está en su coraje y valentía.


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