El funcionario de movilidad y ex subintendente de la Policía, murió tras ser atacado con una piedra durante un operativo. La caída lo dejó en el asfalto, donde fue embestido por la grúa oficial que escoltaba el procedimiento.

Franklin Acosta la tarde del jueves se encontraba cumpliendo con su trabajo. Era agente de tránsito desde hacía pocos meses, pero ya conocía bien los riesgos de enfrentar a motociclistas violentos y a infractores que no respetan la autoridad. Aun así, nunca imaginó que su vida llegaría a su fin en un operativo de rutina.

Los controles se realizaban en la Avenida del Libertador, una de las más transitadas de Santa Marta. Se enfocaba en motos con placas tapadas, maniobras peligrosas e incumplimiento de las normas en general. Acosta iba a bordo de su motocicleta, custodiado por una grúa que apoyaba el procedimiento. En medio de la tensión del operativo, un motociclista le lanzó una piedra directamente hacia él.

El impacto fue certero. Acosta que iba en su moto cayó con fuerza al asfalto, sin tiempo para protegerse. Y antes de que pudiera levantarse, la grúa oficial que lo escoltaba, sin visibilidad suficiente, lo atropelló.

El casco quedó destrozado. Su cuerpo, desfigurado. Aunque fue trasladado de inmediato a una clínica, llegó sin signos vitales. Murió cumpliendo su deber.

La escena fue desgarradora. Sus compañeros no pudieron contener el llanto. Algunos rompieron en gritos de rabia. En el centro asistencial, su familia llegó sin entender aún lo ocurrido. Solo sabían que Franklin no volvería a casa.

Tenía años en la Policía Nacional, donde alcanzó el rango de subintendente. Recientemente había sido asignado a la oficina de movilidad del Distrito, en busca de seguir aportando a la seguridad ciudadana desde otro frente. “Era un hombre bueno, servicial, entregado. Lo mataron por hacer su trabajo”, dijo uno de sus colegas.

Mano dura contra las motos

El hecho generó conmoción. El secretario de Gobierno, Camilo George, fue contundente en su pronunciamiento: “A la persona que lanzó esa piedra la vamos a capturar, así esté escondida debajo de las piedras. Esto fue un asesinato”.

Las cámaras de seguridad de la zona ya están siendo analizadas. Hay versiones que aseguran que el motociclista huyó de inmediato tras el ataque. La Alcaldía anunció que los operativos no solo continuarán, sino que serán más rigurosos. “Este crimen no va a quedar impune. Vamos tras los violentos que creen que una moto es licencia para el caos y la impunidad”, dijo George.

Mientras se activa la cacería del agresor, la ciudad lamenta la muerte de Franklin Acosta. Su familia exige justicia. Sus compañeros exigen respeto.