La caída mortal de la niña de 12 años durante una reunión de amigas mantiene bajo investigación a las autoridades de Southbridge. Su familia asegura que no fue un accidente y exige esclarecer si hubo negligencia en la supervisión.

Lo que debía ser una noche de diversión infantil terminó convertido en una tragedia que sacude a la comunidad de Southbridge, Massachusetts. Arya LeBeau, de 12 años, murió tras caer de la ventana de un tercer piso en medio de una pijamada en la casa de una amiga.

La menor había sido dejada en el lugar por su madre, Charlene Cabrera, con la confianza de que estaría bajo el cuidado de adultos. Sin embargo, horas después recibió la noticia que ningún padre espera: su hija estaba en un hospital con graves lesiones.

“Me despertó la Policía para decirme que mi hija había sufrido un accidente. Yo confiaba en que alguien las cuidaba, pero descubrí que estaban solas”, relató Cabrera a medios locales. Pese a la atención inmediata de los servicios de emergencia, Arya no sobrevivió al impacto de la caída desde una altura de aproximadamente seis metros.

Una versión que enciende dudas

La historia dio un giro cuando la abuela de la niña, Dimas Cabrera, publicó en redes sociales una versión distinta a la del accidente. Según ella, la tragedia se habría originado en medio de una discusión infantil por un pedazo de pizza. En esa disputa, otra menor habría empujado a Arya hacia la ventana abierta.
El relato encendió las alarmas entre familiares y vecinos, quienes ahora exigen que la muerte de la niña no se archive como un simple accidente doméstico. “No fue un simple accidente. Mi nieta merece que la verdad salga a la luz”, insistió Cabrera.

Investigación en curso

La Oficina del Fiscal del Distrito de Worcester y la Policía de Southbridge mantienen abierta la investigación para establecer si hubo negligencia en la supervisión de las niñas y si puede derivarse alguna responsabilidad penal. Hasta ahora no se han anunciado cargos, pero el caso sigue bajo revisión.
Mientras tanto, la familia de Arya se aferra a su memoria y reclama justicia. “Necesitamos respuestas. Mi hija no debió morir así”, expresó su madre entre lágrimas.