La mujer de 49 años, murió días después de proteger con su cuerpo a su nieta de dos años durante la explosión de un camión cisterna en Iztapalapa. Su sacrificio, que permitió salvar a la pequeña, ha conmovido a México y dejó a su comunidad sumida en el dolor.

En Iztapalapa, México, todavía se habla con un nudo en la garganta de lo ocurrido el pasado 11 de septiembre, cuando la vida de Alicia Matías Teodoro cambió para siempre. La mujer de 49 años se interpuso entre las llamas y su nieta de apenas dos años, poniendo su cuerpo como escudo contra la explosión de un camión cisterna. Su gesto heroico la dejó con más del 90 % de su cuerpo quemado. Días después, la noticia estremeció a México: Alicia no resistió.

La tragedia ocurrió a la altura del Puente de la Concordia, en Iztapalapa. El camión cisterna, con capacidad de 49.500 litros y perteneciente a la empresa Transportadora Silza del Grupo Tomza, se volcó tras chocar contra un objeto sólido. La fuga de gas fue inmediata y, en cuestión de segundos, se produjo la explosión.

Vecinos y transeúntes corrieron en distintas direcciones, tratando de ponerse a salvo. Alicia, en cambio, no pensó en sí misma. En medio del caos, levantó a su nieta y la abrazó con toda la fuerza que pudo. El fuego alcanzó su cuerpo, pero la niña sobrevivió.

“Yo creo que cualquiera hubiera hecho eso por su nieto o por su hijo. Al final, ella se sacrificó por la niña”, resumió con voz entrecortada el vocero de la Policía, Sergio Soriano.

La cadena de solidaridad
Un ciudadano que se encontraba cerca reaccionó de inmediato. Subió a la niña a su motocicleta y, sin pensarlo dos veces, la trasladó al Hospital General de Zona 53, en Los Reyes, La Paz, Estado de México. Su acción rápida fue decisiva para que la menor recibiera atención médica en cuestión de minutos.

Mientras tanto, Alicia era trasladada con quemaduras gravísimas. Los médicos hicieron lo imposible, pero su cuerpo no resistió. El dolor fue demasiado.

El sacrificio que conmovió a un país

La imagen de Alicia, aferrada a su nieta en medio de las llamas, recorrió redes sociales y noticieros. Su acto de amor se convirtió en símbolo de la tragedia.

“Con inmensa tristeza recibí la noticia del fallecimiento de la señora Alicia Matías Teodoro, una mujer que dio su vida por salvar a su nieta. Su acto de amor ha dejado una huella profunda”, escribió en su cuenta de X Clara Brugada, jefa de Gobierno de la Ciudad de México.

No solo las autoridades expresaron su pesar. En Iztapalapa, vecinos y conocidos encendieron veladoras frente a su casa. Algunos no la conocían personalmente, pero acudieron para mostrar solidaridad.

“Era una mujer trabajadora, siempre dedicada a su familia. Lo que hizo no sorprende, porque ella vivía por sus nietos”, contó Rosa Hernández, una vecina del barrio.

Una investigación en curso
El conductor del camión también resultó herido y permanece hospitalizado con quemaduras graves. Las autoridades investigan las causas exactas del accidente y las posibles responsabilidades de la empresa. El siniestro dejó al descubierto, además, las vulnerabilidades de circular en zonas densamente pobladas con vehículos que transportan materiales peligrosos.

Pero para la familia de Alicia, las explicaciones técnicas son apenas un ruido lejano frente a la pérdida. La suya es una historia de amor y de sacrificio, de una mujer que no dudó un segundo en entregarse por quien apenas empieza a vivir.

El vacío y la memoria

Hoy, en la casa de Alicia, la silla que ocupaba cada tarde permanece vacía. Sus hijos y nietos hablan de ella con lágrimas en los ojos, pero también con orgullo.

“Mi mamá fue una heroína. Nos duele que se haya ido, pero sabemos que dio la vida por lo que más amaba”, dijo uno de sus hijos al salir del hospital.

La niña, por ahora, se recupera bajo observación médica. Su vida quedó marcada por un acto de amor tan radical como doloroso: el de una abuela que, en medio de la tragedia, decidió ser escudo, abrazo y salvación.

Lea aquí: La foto que hoy duele: la última sonrisa de Isabella y Rafael antes de la tragedia en Tasajera

Alicia Matías Teodoro será recordada como una mujer que se convirtió en heroína, aunque ese heroísmo le costara la vida.