Uber Etilvio Torres García fue capturado mientras jugaba microfútbol en el barrio Las Vegas. Una foto junto a la víctima lo delató como quien lo llevó hasta la casa donde fue asesinado y desmembrado.

Lo encontraron en plena cancha, jugando microfútbol como si nada. Así cayó Uber Etilvio Torres García, el séptimo capturado por el asesinato del biólogo italiano Alessandro Coatti, el crimen que estremeció a Santa Marta por su brutalidad.

Eran las 10:26 de la noche del lunes cuando agentes del CTI de la Fiscalía irrumpieron en el barrio Las Vegas. Entre los jugadores estaba el hombre que, según las autoridades, habría sido el primero en tener contacto con Coatti la noche en que desapareció, y quien lo condujo al sitio donde lo mataron.

Una fotografía fue la clave. En la imagen, tomada días antes del crimen, Torres aparecía junto a la víctima, vistiendo la misma ropa con la que fue captado por cámaras de seguridad. Ese detalle, sumado a los registros de la aplicación de citas donde se conocieron, permitió reconstruir la última ruta del extranjero y cerrar el cerco sobre el sospechoso.

De acuerdo con la investigación, Torres llevó al biólogo desde el Camellón de la Bahía hasta una casa en el barrio El Pando, donde lo esperaba la banda que lo drogó, robó y asesinó. En ese mismo lugar, el cuerpo de Coatti fue posteriormente desmembrado.

Siete capturados y una historia macabra

Con este nuevo operativo, ya son siete los detenidos por el crimen. Entre ellos están Brian Augusto Cantillo Salcedo, alias Brayan; Oswal Moisés Ospino Navarro; Isaac Enrique Márquez Charris; Andrea Camila Berdugo Escorcia; José Alfredo Díazgranados Sotelo, alias El Flaco; y José Ángel Lizcano Fernández.

Todos son procesados por homicidio agravado, hurto calificado y ocultamiento de pruebas. Las autoridades aseguran que la banda se dedicaba a contactar turistas mediante aplicaciones de citas para robarlos, y que con Coatti el plan terminó en una tragedia de extrema crueldad.

La foto que habló más que las palabras

Torres García llevaba meses oculto en Santa Marta, intentando aparentar una vida normal. Pero la misma imagen que publicó junto al extranjero fue la pista que lo delató.

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Ahora enfrenta cargos ante la Fiscalía mientras la investigación sigue revelando los detalles de una red que engañó, robó y asesinó a un hombre que vino al Caribe para disfrutarlo, no para morir en él.