La víctima, conocida como ‘Papayita’, falleció luego de ser víctima de una supuesta broma en su lugar de trabajo. Su familia denuncia que fue víctima constante de acoso laboral y exige justicia.

Lo que parecía una broma pesada se salió de control y terminó en tragedia. Carlos Gurrola Arguijo, de 47 años, murió tras ingerir accidentalmente un desengrasante líquido que había sido colocado por sus compañeros de trabajo en la botella donde solía tomar electrolitos.

El hecho ocurrió en un supermercado del estado de Coahuila, donde Carlos laboraba desde hacía varios años.

De acuerdo con sus familiares, Carlos era constantemente objeto de burlas, amenazas y agresiones disfrazadas de “bromas” por parte de sus colegas. Le escondían la comida, le robaban el celular, le ponchaban las llantas de su bicicleta y, en más de una ocasión, le dijeron que lo iban a despedir. El acoso era persistente.

Los hechos

La tarde del incidente, Carlos regresó de su almuerzo alrededor de las 2:00 p.m. y, hora y media después, bebió un sorbo de su botella. Inmediatamente notó un sabor extraño y escupió el contenido, pero ya era tarde: la sustancia ingerida era un desengrasante químico. Comenzó a sentirse mal de inmediato y fue trasladado de urgencia a una clínica del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde fue diagnosticado con una severa intoxicación y lesiones internas.

Durante varios días, Carlos luchó por su vida. Finalmente, falleció debido al daño que el químico causó en su organismo. Su familia no cree que se haya tratado de una simple broma:

“Esto no fue un juego, fue un acto de violencia que terminó en homicidio”, se leía en una de las pancartas que sus allegados mostraron durante una protesta frente al supermercado donde trabajaba.

Las autoridades ya han abierto una investigación para determinar las circunstancias exactas de los hechos y definir las responsabilidades penales que podrían enfrentar los implicados. Mientras tanto, la familia de Carlos —devastada por la pérdida— exige que su muerte no quede impune y que se castigue a quienes, bajo el disfraz del “humor”, empujaron a ‘Papayita’ a una muerte absurda y evitable.

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