
Una bebé en Córdoba fue registrada como “Chat Yipiti”
El caso ocurrido en Cereté desató debate nacional: mientras la Registraduría lo aceptó por no atentar contra la dignidad de la menor, expertos advierten sobre las implicaciones sociales de bautizar a una niña con un nombre inspirado en la inteligencia artificial.
En Cereté, Córdoba, el acta de nacimiento de una recién nacida pasó de ser un trámite rutinario a convertirse en noticia nacional. El pasado 15 de agosto, la Registraduría Municipal confirmó la inscripción de la pequeña con el nombre Chat Yipiti Bastidas Guerra, una elección que, apenas se conoció, encendió las redes sociales y puso sobre la mesa un debate: ¿originalidad o imprudencia?
El nombre, que inevitablemente recuerda a la pronunciación de ChatGPT, el popular sistema de inteligencia artificial, fue la apuesta de los padres, quienes —según allegados— lo asumieron como un guiño a los tiempos digitales que marcaron el nacimiento de su hija. Para ellos, se trató de dejar huella en una era dominada por la tecnología.
La Registraduría Nacional aclaró que el registro se aceptó sin reparos legales: “no vulnera la dignidad de la menor ni contiene palabras ofensivas”, explicó un funcionario. La decisión contrasta con otros casos en los que la entidad sí negó nombres considerados denigrantes o absurdos, como “Miperro” o “Satanás”.
No obstante, el bautizo de Chat Yipiti se suma a una larga tradición colombiana de nombres peculiares, donde figuran ejemplos célebres como Usnavy, Superman, Lady Di o Anivdelarev (acrónimo de “Aniversario de la Revolución”).
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Las reacciones no tardaron. Algunos usuarios en redes celebraron la creatividad de los padres y calificaron la elección como “moderna y única”. Pero la mayoría cuestionó el futuro de la niña bajo un nombre tan particular. “Qué tristeza, qué nombre más ridículo”, escribió un internauta, reflejando el tono crítico de muchos comentarios.
Expertos en niñez advierten que más allá de la legalidad, la decisión podría traer consecuencias sociales. “Un nombre define identidad y pertenencia. Lo que parece divertido o novedoso hoy puede convertirse en un peso para la vida escolar y adulta”, opinó una psicóloga consultada por este medio.
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