Ender Salcedo y Deivis Camargo solían compartir tragos y risas en Magangué, hasta que una discusión por un negocio de drogas terminó con un brutal homicidio en el barrio Primero de Mayo.

Hasta hace poco, eran inseparables. Todos los veían juntos riéndose y compartiendo en los establecimientos y calles del barrio Primero de Mayo en Magangué, Bolívar.

Ender Antonio Salcedo Dajer, conocido como “Venton”, y Deivis Camargo Vanegas, alias “El Ojón”, eran más que vecinos: eran amigos, de esos que parecen hermanos.

Nadie sabe exactamente qué ocurrió aquella noche. Los allegados solo alcanzan a repetir una frase entre la confusión y la tristeza: “Eran como uña y mugre”.

Pero algo se quebró. Una discusión —presuntamente por clientes de sus negocios de estupefacientes— bastó para que esa amistad terminara teñida de sangre.

La escena se volvió irreal en cuestión de segundos. “El Ojón”, enfurecido, arremetió con un machete contra su compañero de tantas noches. Tres heridas —una en el brazo, otra en la cabeza y una fatal en el pecho— acabaron con la vida de “Venton” en medio de la calle, ante el asombro de vecinos que no daban crédito a lo que veían.

El crimen conmocionó a todo el barrio. En la casa de los Salcedo, el ambiente es de duelo, pero también de incredulidad. ¿Cómo se puede explicar que una amistad de años termine así? ¿Qué tan profundo ha calado el negocio del microtráfico como para convertir hermanos de calle en enemigos de muerte?

Según las autoridades, la disputa por el control territorial de la venta de drogas habría sido la chispa que encendió la tragedia. Ambos hombres, con antecedentes por delitos relacionados con el narcotráfico, eran conocidos por operar en la misma zona. Aquella noche, aseguran los testigos, el alcohol y la competencia por los “clientes” fueron la mezcla letal.

Tras el ataque, Deivis intentó huir, pero fue capturado poco después por una patrulla policial. Su prontuario, según el reporte oficial, incluye anotaciones por porte ilegal de armas, lesiones personales y tráfico de estupefacientes. “Venton”, por su parte, también tenía antecedentes similares, lo que dibuja un panorama turbio, donde la violencia parece ser parte del oficio.