El hombre de 33 años, perdió la vida tras recibir una descarga eléctrica en el jacuzzi de una villa turística. La familia denuncia negligencia por falta de mantenimiento y deficiencias en la atención de emergencias.

Un descanso en familia terminó en tragedia para Sajid Carreón Calderón, un turista de 33 años que murió electrocutado en el jacuzzi de un exclusivo hotel.

El suceso, ocurrido frente a su esposa e hijos, ha conmocionado a las redes sociales, donde circula el video grabado por la familia que muestra los angustiantes momentos previos a la descarga mortal.

Según relató Estefanía, esposa de la víctima, desde su llegada a la villa en el hotel de Tepoztlán en México comenzaron a notar fallas en las instalaciones. La noche del incidente, Sajid se encontraba dentro del jacuzzi cuando mencionó que sentía «toques», un comentario que inicialmente fue tomado como una broma. Sin embargo, la situación se tornó alarmante cuando Estefanía, al sumergir su pie, también percibió la descarga eléctrica, sintiendo cómo una pulsera en su tobillo era jalada por la corriente.

Mientras Sajid permanecía sostenido de un barandal intentando salir del agua, las lámparas del fondo y el sistema de hidromasaje seguían encendidos. La familia pidió auxilio de inmediato, pero la respuesta del personal de mantenimiento fue nula durante un lapso de entre 15 y 20 minutos. Fue en ese periodo de incertidumbre cuando Estefanía, sin prever el desenlace, pidió a uno de sus hijos que grabara la escena para dejar constancia de la situación.

La tragedia se consumó cuando Sajid, al intentar saltar hacia la terraza en busca de un lugar seguro, recibió la descarga letal. Su cuerpo cayó de inmediato, con signos evidentes de electrocución: manos agarrotadas y un tono morado en la piel. La familia denuncia no solo la falla eléctrica en las instalaciones, sino también la ausencia de una atención médica inmediata y adecuada.

Estefanía, en medio del shock, realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) por varios minutos hasta que un guardavidas llegó con un desfibrilador que, según la denuncia, no funcionaba. La necropsia confirmó que la causa de la muerte fue un infarto agudo al miocardio, consecuencia directa de la electrocución.