
Turista muere durante práctica de buceo recreativo en Taganga: autoridades investigan las causas
La víctima tenía 43 años. El instructor que la acompañaba está siendo indagado por las autoridades para establecer las circunstancias en la que ocurrió el suceso.
Lo que debía ser una experiencia inolvidable terminó en tragedia en las aguas del balneario de Taganga, en Santa Marta. Una turista identificada como Yudis Milena Agredo Idárraga, de 43 años y oriunda del departamento del Cauca, perdió la vida mientras realizaba una práctica de buceo recreativo en el sector conocido como La Aguja, uno de los puntos más frecuentados por visitantes nacionales y extranjeros.
Según versiones preliminares, la mujer participaba en una inmersión guiada junto a un grupo de turistas cuando, por causas aún desconocidas, comenzó a presentar dificultades bajo el agua.
El instructor a cargo del grupo logró sacarla a la superficie con ayuda de otros buzos y la trasladó de inmediato hasta la orilla, desde donde fue llevada al centro de salud de Taganga. Sin embargo, los médicos confirmaron que llegó sin signos vitales.
La Policía Metropolitana de Santa Marta y la Capitanía de Puerto abrieron una investigación para esclarecer las circunstancias del hecho. Una de las hipótesis apunta a que la víctima podría haber sufrido una falla cardíaca durante la inmersión; sin embargo, no se descartan fallas técnicas en los equipos o negligencias en la aplicación de los protocolos de seguridad por parte de la empresa que ofrecía el servicio.
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Como parte del proceso, el instructor fue dejado bajo custodia preventiva mientras se verifica si cumplió con todas las normas exigidas para este tipo de actividades.
El fallecimiento de Yudis Milena ha generado consternación entre residentes y operadores turísticos del corregimiento, donde este tipo de prácticas son frecuentes. Taganga recibe semanalmente decenas de turistas interesados en el buceo, pero la comunidad ha advertido en repetidas ocasiones la necesidad de mayor control sobre las escuelas y empresas que ofrecen la actividad.
“Es triste lo que pasó, porque uno confía en que los instructores y los equipos estén en buenas condiciones. Aquí vienen muchas personas a bucear, pero no todos los centros cumplen con las normas”, aseguró un habitante del sector, quien pidió mayor vigilancia por parte de las autoridades marítimas.
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