En la noche del viernes 15 de agosto, pistoleros ingresaron a dos viviendas en los corregimientos de Tucurinca y Guacamayal, en Zona Bananera, y asesinaron a tres personas. La ola de violencia, atribuida a ajustes de cuentas, dejó dolor en las familias y temor entre los vecinos.

La primera escena de sangre se registró en el corregimiento de Tucurinca, donde sicarios ingresaron a la casa de Wilson Enrique Fontalvo Bonilla, conocido como ‘Mantequilla’, y su esposa María Elena Alcázar Berrio.

Los atacantes dispararon en repetidas ocasiones contra la pareja, que murió en el lugar, sin importar que en la vivienda también se encontraban familiares.

El crimen ocurrió en la calle 5 con carrera 6 del corregimiento, alrededor de las 9:00 de la noche. La noticia corrió rápidamente y vecinos llegaron hasta el sitio, donde se encontraron con la escena desgarradora.

Otro ataque en Guacamayal

Horas antes, en el corregimiento de Guacamayal, otro hombre fue asesinado de la misma manera: pistoleros entraron a su vivienda y lo atacaron a tiros. La víctima, aún sin identificar, quedó tendida en medio de la sala, frente a sus familiares.

Las autoridades confirmaron que ambos casos se registraron en menos de 24 horas, lo que generó alarma en toda la jurisdicción de Zona Bananera.

“Van hasta la casa de las víctimas”

La Policía no descarta que se trate de ajustes de cuentas entre organizaciones criminales que operan en el norte del Magdalena.

“Estamos ante un patrón que refleja la sevicia de los sicarios: ya no esperan en la vía pública, ahora van directamente hasta las casas de sus víctimas y allí cometen los crímenes, sin importar el dolor que causan en las familias ni el terror que generan en los barrios”, dijo un investigador del caso.

Miedo en la comunidad

La madrugada del sábado estuvo marcada por escenas de llanto y rabia. En Tucurinca, familiares de María Alcázar y Wilson Fontalvo no daban crédito a lo ocurrido.
“Era una pareja conocida por todos, aquí nadie se explica cómo pudieron entrar a su casa y matarlos así”, expresó un vecino consternado.

En Guacamayal, los habitantes también se reunieron frente a la vivienda donde ocurrió el otro homicidio. “Esto demuestra que cualquiera puede ser alcanzado por la violencia”, dijo otro residente.

Una noche sangrienta que revive temores

El municipio de Zona Bananera vivió un viernes sangriento que dejó tres muertos y una comunidad aterrada.
Los cuerpos fueron levantados por funcionarios del CTI y trasladados a Medicina Legal en Ciénaga, mientras las autoridades anunciaron operativos para dar con los responsables.

La Fiscalía mantiene abiertas varias líneas de investigación, pero en los corregimientos de Tucurinca y Guacamayal el sentimiento es el mismo: la violencia volvió a irrumpir en los hogares, dejando luto y miedo en las familias.