El homicidio fue resuelto en cuestión de horas gracias a la rápida reacción de la Policía y la colaboración de la familia de la víctima.
A Cidalys María Martínez Quevedo la mataron por robarle. Ni siquiera opuso resistencia. Bastó que caminara por una calle del barrio Boston, en Magangué, para que dos hombres en moto la convirtieran en su blanco. La apuñalaron sin piedad y le quitaron el celular. Después, huyeron como si nada.
Tenía 47 años y planes para ese día, pero no volvió a casa. El 9 de abril de 2025 quedó marcado como la fecha de una tragedia que sacudió al municipio y despertó la indignación colectiva.
La escena del crimen aún duele: una mujer desangrada en plena vía pública, víctimas del miedo los vecinos, impotentes ante la violencia.
Pero esta vez la justicia no tardó. La Policía desplegó un operativo certero que dio resultado en pocas horas. Capturaron a los responsables: Miguel Ángel Cruz Ruiz, de 20 años, y José Medina Rojas, de 19. Iban en la misma moto desde la que cometieron el crimen. En su poder hallaron el celular Samsung azul de la víctima y un arma blanca aún con rastros de sangre.
La hermana de Cidalys, con dolor y firmeza, los reconoció sin dudar. Su testimonio fue clave. Gracias a ella, las autoridades pudieron armar el rompecabezas y proceder con la judicialización. Hoy, los agresores están tras las rejas y deberán enfrentar cargos por homicidio y hurto agravado.
Su historia es una más entre muchas, pero esta tuvo un giro: los asesinos no escaparon. Y aunque nada devolverá la vida que se llevaron, al menos esta vez, la justicia llegó.
