La Policía Metropolitana recibió al menos dos denuncias sobre robos en establecimientos de cadena como ‘Tiendas D1’ y ‘Tiendas Ísimo’ cometidos el pasado miércoles.
Los establecimientos de cadena en Santa Marta están en la mira de la delincuencia, convirtiéndose en un objetivo recurrente para los atracadores que operan en la ciudad.
El pasado miércoles 7 de agosto, durante la conmemoración de la Batalla de Boyacá, la ciudad no solo fue testigo de varios hechos violentos, sino también de dos atracos en tiendas de cadena que han encendido las alarmas entre comerciantes y residentes.
Ese día, la primera denuncia se registró en la tienda Ísimo ubicada en la Avenida del Río con Carrera 19A, donde al caer la tarde, dos jóvenes vestidos de negro irrumpieron en el establecimiento.
Según testigos, los atracadores amenazaron a los empleados y lograron sustraer el dinero de la caja registradora, producto de las ventas del día.
Luego, huyeron rápidamente en motocicletas que los esperaban afuera del local, dirigiéndose hacia el norte de la ciudad.
Apenas unas horas después, la ciudadanía reportó un segundo atraco en una ‘Tienda D1’ situada en la Calle 30 con Carrera 4ta, en el barrio Manzanares.
Aunque los detalles del robo son escasos, se sabe que los delincuentes lograron llevarse una cantidad indeterminada de dinero antes de huir del lugar.
Lo que genera mayor preocupación es que, hasta el momento, ninguna de las tiendas afectadas ha presentado denuncias formales ante las autoridades, lo que dificulta el proceso de investigación y la recuperación de lo robado.
Este silencio, según algunas fuentes, podría estar motivado por el temor a represalias o la falta de confianza en la efectividad de las acciones policiales.
Un patrón preocupante
La ola de robos en tiendas de cadena no es un fenómeno aislado en Santa Marta. En los últimos meses, varios de estos establecimientos han sido víctimas de la delincuencia, que parece encontrar en ellos un blanco fácil.
Estos negocios, que suelen manejar importantes cantidades de dinero en efectivo, han sido asaltados en diversas ocasiones, lo que refleja una creciente inseguridad en la ciudad.
Las autoridades locales han reconocido la necesidad de reforzar la seguridad en los puntos más vulnerables, pero los comerciantes y residentes continúan exigiendo acciones más contundentes. Mientras tanto, los atracadores siguen operando con impunidad, aprovechando la falta de denuncias y la aparente debilidad en la respuesta policial.
Las reacciones de la comunidad
El temor y la indignación crecen entre los residentes de los sectores afectados, quienes demandan mayor presencia policial y medidas preventivas que garanticen su seguridad y la de sus negocios. “No podemos seguir viviendo con miedo cada vez que salimos a trabajar. Necesitamos que la Policía actúe con más firmeza y que se castigue a los responsables”, expresó un comerciante de la zona.
Por su parte, la Policía Metropolitana de Santa Marta ha instado a la comunidad y a los comerciantes a reportar cualquier incidente de seguridad, destacando la importancia de las denuncias para combatir la delincuencia.