Los tres hombres fueron asesinados brutalmente en los límites con Ciénaga. Vecinos escucharon disparos, pero las autoridades tardaron horas en llegar.

El amanecer del miércoles trajo consigo una escena de horror para los habitantes de Puebloviejo. En el sector de Casa de Loma, entre los límites de Ciénaga y Puebloviejo, fueron encontrados los cuerpos sin vida de tres hombres, víctimas de una brutal violencia que ha dejado al municipio sumido en el miedo y la incertidumbre.

Los primeros en dar la alerta fueron los propios moradores de la zona, quienes, en la madrugada, escucharon gritos desgarradores seguidos de una ráfaga de disparos.

El silencio posterior fue aún más aterrador. Sin embargo, a pesar del llamado de auxilio, las autoridades solo hicieron presencia en el lugar hasta la mañana siguiente, cuando ya el espanto había tomado forma en la crudeza de la escena.

Un hallazgo macabro
Los agentes de la Policía que acudieron al lugar encontraron dos cuerpos tendidos en la tierra: Darío Alfonso Ariza Palacio, de 62 años, y Wilfredo Negrete, de 55, dos pescadores reconocidos en la comunidad.

Sus cuerpos presentaban signos evidentes de tortura y disparos, pero la imagen más estremecedora fue la de uno de ellos, que yacía decapitado.

Una hora después, el horror se multiplicó. A pocos metros, fue hallado el cadáver de un tercer hombre, un joven que, según los primeros informes, sería oriundo de Palmira.

Su identidad aún es un misterio, pero su cuerpo, yacía a un costado de la Ciénaga Grande, y se cree también fue víctima de la barbarie que azotó a Puebloviejo esa noche.

Una comunidad en shock
El hallazgo de los cuerpos ha sembrado el temor en la comunidad. Vecinos y familiares de las víctimas no encuentran explicación para lo ocurrido.

«Eran hombres de bien, pescadores que solo se dedicaban a trabajar», afirman con desconsuelo.
Nadie comprende quién podría haber perpetrado un crimen de tal magnitud ni cuál fue el motivo.
Las calles de Puebloviejo están impregnadas de incertidumbre. Los habitantes miran con recelo la llegada de la noche, temiendo que la violencia vuelva a irrumpir en su cotidianidad.

Por su parte, las autoridades han iniciado las investigaciones para esclarecer los hechos, aunque en el aire persiste una pregunta que aún no tiene respuesta: ¿quién y por qué cometió esta atrocidad?
Puebloviejo, un pueblo acostumbrado a la brisa salina y la faena pesquera, hoy se ve atrapado en la sombra de la violencia. Sus habitantes claman justicia, pero sobre todo, exigen respuestas antes de que el miedo se convierta en parte de su rutina diaria