El responsable tenía antecedentes por violencia de género y terminó quitándose la vida tras el ataque.

La madrugada en el barrio Saguaçu, en Joinville (Brasil), quedó marcada por una tragedia que ha conmocionado al país. Ramzi Mohsen Hamdar, ciudadano libanés residente en la ciudad desde hace más de veinte años, asesinó a su pareja, Ingrid Iolly Araújo Silva Berilo, de 40 años, a los dos hijos de ella —una niña de 11 años y un adolescente de 15— y atacó a su suegra, de 65, antes de suicidarse con un disparo.

De acuerdo con las investigaciones, una fuerte discusión en horas de la madrugada habría detonado la masacre. Hamdar primero atacó a Ingrid y luego abrió fuego contra los menores. La abuela de los niños, quien intentó defenderlos, recibió varios disparos y permanece hospitalizada en estado crítico. Vecinos aseguran que escucharon más de 20 detonaciones y gritos desgarradores que rompieron la calma del sector.

El hallazgo de los cuerpos estuvo a cargo del hermano del agresor, quien llegó a la vivienda y alertó a la Policía. En la escena, las autoridades incautaron el revólver usado en el ataque y hallaron evidencias de violencia extrema. Investigadores señalan que detrás del crimen podrían estar tensiones económicas y personales que la pareja arrastraba desde meses atrás.

La Policía Civil confirmó que Hamdar tenía antecedentes por violencia de género y que incluso enfrentaba una medida de restricción relacionada con una expareja y sus hijos. Ahora, especialistas analizan las señales de alerta que pudieron anticipar la tragedia y las fallas en los mecanismos de protección que permitieron que el hombre accediera a un arma pese a su historial.

La comunidad de Joinville permanece consternada. Organizaciones de defensa de los derechos de la mujer exigieron revisar los protocolos de seguimiento de las medidas de protección y reforzar la atención a los casos de violencia doméstica. “No se trata de un hecho aislado, sino de una falla estructural que sigue costando vidas”, advirtieron voceras locales.