Lo que comenzó como un recorrido de rutina hacia el hospital terminó convertido en un inesperado parto en pleno taxi. Una mujer en trabajo de parto dio a luz a su hijo en la Avenida del Ferrocarril de Santa Marta, asistida por el conductor del vehículo que, sin pensarlo, se transformó en médico improvisado.

Una mujer samaria dio a luz dentro de un taxi, en plena Avenida del Ferrocarril, asistida por el propio conductor del vehículo que, sin experiencia médica, se vio obligado a convertirse en partero improvisado.

El hecho ocurrió cuando la parturienta, en avanzado estado de gestación, era trasladada de urgencia al Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche. El trayecto apenas había avanzado unas cuadras cuando las contracciones se intensificaron y el nacimiento se precipitó.
El taxista, sorprendido, intentó tranquilizar a la mujer mientras aceleraba el recorrido, pero pronto entendió que no había tiempo: el parto se desarrollaría allí mismo, en el asiento trasero del carro.

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Entre el ruido del tráfico, la mirada atónita de transeúntes y la tensión del momento, nació un niño sano, cuyo llanto rompió el caos urbano y trajo alivio a todos los presentes.

Ya en el hospital, médicos y enfermeras confirmaron el buen estado de salud de madre e hijo. La historia corrió rápidamente en la ciudad y despertó admiración hacia la fortaleza de la mujer y la valentía del taxista, quien se convirtió en protagonista de un milagro cotidiano en medio de las calles samarias.