El equipo de Jorge Luis Pinto no pudo vencer a La Equidad, que jugó con un hombre menos desde el minuto 16. La falta de ideas y de poder ofensivo preocupa a la hinchada.

Un nuevo partido y otro resultado decepcionante para Unión Magdalena. El equipo de Santa Marta sigue sin encontrar su camino en la Liga y, con cada jornada que pasa, parece encaminarse de manera irremediable de vuelta hacia la segunda división. 

Aunque aún es prematuro sentenciar su descenso, la falta de juego y resultados hacen que la preocupación entre sus aficionados crezca.

Este domingo, en el Estadio Sierra Nevada, el conjunto dirigido por Jorge Luis Pinto no pudo aprovechar su condición de local ni la ventaja numérica para imponerse ante La Equidad, equipo que desde el minuto 16 jugó con un hombre menos tras la expulsión de Deyson Copete. 

Pese a esta circunstancia favorable, Unión Magdalena no logró sacar ventaja y terminó cediendo un empate sin goles.

La falta de poder ofensivo y creatividad en el juego se ha convertido en un problema recurrente para el equipo samario. En los dos partidos que ha disputado como local, sus rivales se han quedado con diez hombres y ni siquiera así ha logrado imponer condiciones. Equidad, bajo la dirección de Alexis García, jugó con inteligencia, cerrando los espacios y evitando que Unión Magdalena generara peligro real en su arco.

Durante la primera parte, el equipo local mostró una alarmante falta de ideas para penetrar la defensa rival, sin generar aproximaciones de riesgo. En la segunda mitad, el equipo mejoró ligeramente, pero fue más por empuje que por fútbol. 

La única opción clara de gol llegó con un cabezazo de Ruyeri Blanco, que exigió la intervención del arquero de Equidad, Cristopher Valera. Fuera de esa acción, el guardameta visitante no tuvo mayores complicaciones debido a la pasividad ofensiva de Unión Magdalena.

La falta de contundencia en ataque y la incapacidad de aprovechar ventajas en el desarrollo del juego evidencian los serios problemas del equipo samario. Si no hay una reacción inmediata, la permanencia en la primera división se torna cada vez más difícil. La hinchada, que aún mantiene la esperanza, espera que el equipo encuentre el rumbo antes de que sea demasiado tarde.