Sicarios sin piedad apagan tres vidas: Natalia, su bebé y su suegro fueron asesinados a tiros


La noche del 1 de mayo quedó marcada por el horror en el barrio Tierra Linda de Aguachica, Cesar. Dos sicarios irrumpieron sin misericordia en la tranquilidad de una vivienda y, en cuestión de segundos, segaron tres vidas: la de José Duarte, su nuera Natalia Jiménez, y la del bebé que ella llevaba en su vientre, al que había llamado Isaac.

José Duarte murió en el acto. Estaba en su casa. Los atacantes llegaron en motocicleta, se bajaron y dispararon sin decir una palabra. Disparos certeros. Sin piedad. Dentro del inmueble, Natalia, de apenas 22 años y con ocho meses de embarazo, también fue alcanzada por las balas mientras estaba acostada. Aunque no se movió ni hizo nada. Los criminales también fueron por ella sin importar su estado de gestación.

Gravemente herida, fue trasladada de urgencia a un centro médico, pero ni ella ni su hijo sobrevivieron.

La comunidad despertó este viernes con la noticia que nadie quería confirmar: Natalia había muerto, y con ella su pequeño Isaac, a quien esperaba con ilusión.

La joven, descrita por sus vecinos como tranquila, dulce y llena de sueños, se convirtió en una nueva víctima de una violencia que no respeta edad, género ni inocencia.

La escena dejó en shock a Tierra Linda. En el barrio se multiplicaron las lágrimas y las preguntas sin respuesta. “Mi hija no se metía con nadie”, dijo entre llanto la madre de Natalia a medios locales, sin entender por qué su familia fue blanco de semejante brutalidad.

Las autoridades aún no han esclarecido los móviles del crimen. La Policía avanza en las investigaciones para identificar a los responsables.

El crimen de Natalia, José e Isaac no solo enluta a una familia, sino que deja en evidencia el nivel de crueldad con que operan los sicarios en muchas regiones del país. Un ataque que no tuvo compasión, ni con una mujer embarazada, ni con un bebé por nacer.


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