
¡Sicarios se turnaron para matarlo! El primero falló, el segundo lo remató
El comerciante pensó que el peligro había pasado cuando el arma del primer asesino se encasquilló. No sabía que otro venía en camino a terminar el trabajo.
Luis Acuña Herrera, mejor conocido como ‘Sancocho’, no se alarmó cuando un hombre se le acercó con una pistola y falló en el intento de matarlo. El arma se encasquilló. El sicario huyó. Y él, en lugar de resguardarse, siguió como si nada.
Esa calma le costó la vida.
La escena, digna de una película de acción, ocurrió en plena vía pública, en la calle 30 con carrera 7, en La Cumbre, Floridablanca. A ‘Sancocho’, un promotor de apuestas del chance La Perla y dueño de una licorera del sector, lo mataron a sangre fría justo frente a su local y mujer m.
Tenía 54 años. Llegó al lugar para recoger a su compañera sentimental. Minutos antes, un primer sicario ya había intentado matarlo. Iba vestido de negro, con casco y chaqueta. Se bajó de una moto y lo encaró. Apuntó. Disparó. Pero el arma le falló. Luego escapó. Todo quedó registrado en una cámara de seguridad.
En el video se aprecia que Luis no corrió. No se ocultó. Tampoco pidió ayuda. Se quedó allí, montado en su moto, como si acabara de pasar un susto menor. Pero el peligro no se había ido.
Un segundo sicario apareció. También en moto. Esta vez en contravía. Vestía chaqueta azul y un casco blanco con rojo. Se detuvo, lo observó, y regresó sobre sus pasos. Se acercó con determinación. No falló. Le disparó seis veces. Lo dejó malherido en el pavimento, sin darle oportunidad de reaccionar.
Minutos después, Luis Acuña murió.
Las autoridades aún no identifican a los responsables. Lo que sí tienen claro es que lo querían muerto y que no se iban a ir del lugar hasta lograrlo. La Policía busca cámaras, testigos y cualquier pista que los lleve a dar con los sicarios.
El sector está conmocionado. ‘Sancocho’ era conocido. No solo por su negocio o por ser promotor de chance, sino por su actitud tranquila, casi confiada. Esa misma confianza que lo hizo quedarse quieto cuando la muerte ya había tocado a su puerta una primera vez.
Ahora la pregunta que muchos se hacen es: ¿por qué lo querían muerto? ¿Qué había detrás de ese intento fallido que terminó en un crimen anunciado?
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