Ana Iris Gómez fue asesinada a tiros en plena vía pública del barrio San Juan. Su hermano, Ronald Gómez, resultó gravemente herido. Las autoridades investigan qué hay detrás del crimen.

En Ciénaga los sicarios volvieron a actuar. La noche del jueves, el barrio San Juan fue escenario de un nuevo ataque de hombres en moto que dejó una víctima fatal y otra en estado crítico.

Dos hermanos fueron emboscados por pistoleros. Los atacaron sin previo aviso. Los balazos no dieron tiempo de reaccionar.

Ana Iris Gómez cayó desplomada en plena calle 32 con carrera 10, tras recibir múltiples disparos. Su hermano, Ronald de los Ángeles Gómez, quedó gravemente herido. Ambos fueron trasladados de inmediato a un centro asistencial, pero solo uno llegó con vida.

Ana Iris murió poco después, los médicos no pudieron hacer nada. Ronald sigue internado, con pronóstico reservado. Lucha por su vida bajo vigilancia médica permanente.

La moto, los disparos y la fuga

Según testigos, los hermanos estaban juntos cuando fueron interceptados por dos hombres armados que se movilizaban en motocicleta. Los sicarios no dijeron nada. Solo dispararon. Ejecutaron. Y huyeron a toda velocidad. No hubo discusión, ni advertencia. Fue un ataque directo.

En cuestión de segundos, el barrio quedó en silencio. Los vecinos salieron tras los disparos, pero ya era tarde. Ana Iris agonizaba en el suelo, y Ronald apenas respiraba.

¿Quiénes eran y por qué los mataron?

Las autoridades investigan qué pudo motivar el crimen. Hasta ahora no se ha confirmado si las víctimas habían recibido amenazas o si el ataque fue producto de una retaliación.

La Policía trabaja en varias hipótesis y ya inició la revisión de cámaras de seguridad del sector.

Por ahora, el silencio es lo único claro. Nadie sabe con certeza qué hacían los hermanos, ni si estaban vinculados a alguna actividad que los pusiera en la mira. Lo único evidente es que los sicarios sabían a quiénes buscaban.

El asesinato de Ana Iris Gómez se suma a la larga lista de crímenes que sacuden a Ciénaga. La violencia sigue cobrando víctimas sin que haya respuestas concretas. Mientras Ronald Gómez pelea por seguir con vida, su familia se enfrenta al duelo, la incertidumbre y la espera de justicia.