
Sicarios asesinaron a “Capsulita Show”, querido payasito de Barranquilla
Con más de tres décadas llevando alegría a niños y adultos, el payaso Johnny Alarcón se ganó el corazón de Barranquilla. Hoy, su muerte violenta deja luto e indignación en la ciudad.
La risa, la magia y el entusiasmo de Johnny Enrique Alarcón, conocido cariñosamente como “Capsulita Show”, se apagaron para siempre en un hecho que ha conmocionado a Barranquilla. El reconocido payaso y recreacionista, quien por más de 30 años dedicó su vida a llevar alegría a niños y adultos, fue asesinado a tiros en el barrio La Paz, al suroccidente de la ciudad.
El trágico suceso ocurrió en plena vía pública, en la calle principal del sector. Según relatan los vecinos, la tranquilidad de la mañana se vio interrumpida por el sonido de varios disparos. Johnny, de 59 años, cayó al suelo mientras los agresores, dos hombres a bordo de una motocicleta, huían del lugar. A pesar de los esfuerzos de los testigos por auxiliarlo, Alarcón no sobrevivió al ataque.
La Policía Metropolitana de Barranquilla ha iniciado una exhaustiva investigación para esclarecer los motivos del crimen. Por ahora, no se descarta ninguna hipótesis, aunque las autoridades hacen un llamado a la comunidad para aportar información que permita dar con los responsables.
Un ícono de la alegría
Johnny Enrique Alarcón no era un hombre cualquiera para los habitantes de Barranquilla. A través de su personaje “Capsulita Show”, conquistó el corazón de generaciones, participando en fiestas infantiles, eventos comunitarios y campañas sociales. Su presencia siempre fue sinónimo de felicidad y esperanza. Más allá del maquillaje y los trajes coloridos, quienes lo conocieron destacan su bondad, su disposición para ayudar y su compromiso con las causas solidarias.
“Johnny era el alma de nuestras celebraciones. Su energía contagiaba a todos. Es difícil aceptar que alguien tan lleno de vida haya partido de esta forma tan violenta”, expresó entre lágrimas un vecino del sector.
El barrio La Paz, donde Johnny vivía y era ampliamente conocido, se encuentra en estado de conmoción. Las muestras de cariño no han cesado desde que se dio a conocer la noticia. En la esquina donde ocurrió el ataque, amigos y vecinos han improvisado un altar en su honor, con flores, velas y fotografías de “Capsulita Show” que rememoran los momentos de alegría que dejó en cada rincón de la ciudad.
“Nos arrebataron a alguien que siempre estuvo dispuesto a dar lo mejor de sí por los demás. Es una pérdida irreparable”, comentó una líder comunitaria del sector.
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