
Seis soldados asesinados y uno desaparecido tras violenta emboscada en Guaviare
El grupo armado Jorge Suárez Briceño tendió un ataque mortal en inmediaciones del antiguo ETCR de Charras, en el Guaviare. El Ejército busca aún a un soldado desaparecido y denuncia violaciones a los compromisos de paz.
Una emboscada brutal, ejecutada por el grupo armado organizado residual Jorge Suárez Briceño, segó la vida de seis militares del Batallón de Infantería N.º 22 Joaquín París en inmediaciones del antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (AETCR) de Charras, un territorio del departamento de Guaviare, nacido de la esperanza de paz en 2016 y que hoy vuelve a ser escenario de la guerra.
El ataque, perpetrado con sevicia mientras un pelotón custodiaba la zona, dejó también a un soldado desaparecido: Jean Carlos Bolaño Romo, por quien aún se despliega una intensa búsqueda apoyada por tropas adicionales, unidades de inteligencia y medios aéreos.
Entre los caídos se encuentran el sargento viceprimero Darwin Pérez Sánchez y los soldados profesionales Jairo Arteaga Estrada, Anderson Steven Bohórquez Ospina, Juan David González Fernández, Carlos Andrés Pushaina Pushaina y Moisés David Cuadros Ruiz. La noticia de sus muertes golpeó con fuerza no solo a sus familias, sino a toda una institución militar que ahora guarda luto.
El horror no terminó allí. Cinco militares más fueron secuestrados en medio del ataque, aunque fueron liberados horas después en la comunidad de Guanapalo.
La angustia vivida entre sus compañeros fue tan intensa como el fuego cruzado que les arrebató a sus hermanos de armas.
Pese a que el Decreto 0448 de 2025 ordenó la suspensión de operaciones militares ofensivas en el marco de los diálogos de paz, el Ejército recordó su deber constitucional de garantizar la seguridad nacional y anunció la continuidad de sus operaciones en la región para proteger a la población civil.
El Comando del Ejército no solo lamentó las muertes sino que denunció un hecho alarmante: presunta participación de civiles en el ataque. Esta situación será reportada ante las autoridades judiciales y los organismos internacionales, señalando además que lo ocurrido constituye una violación grave a los compromisos adquiridos por el Estado Mayor de bloques y frentes de las FARC-EP en los actuales procesos de paz.
Las familias de los soldados asesinados recibirán apoyo psicológico, jurídico y social por parte del Centro de Familia Militar de la Vigésima Segunda Brigada. Pero ningún acompañamiento alcanza para aliviar el vacío que deja cada vida truncada.
En medio de la zozobra y el dolor, la región espera respuestas y acciones contundentes. El Guaviare, alguna vez esperanza de reconciliación, hoy vuelve a ser herida abierta en el corazón del país.
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