
Saquean yate de turista francés en Tasajera en medio de una avería; pensó que llegaban a ayudarlo y eran ladrones
La comunidad de este corregimiento de Puebloviejo, en Magdalena, vuelve a estar bajo la lupa tras un nuevo caso de saqueo: un visitante extranjero denunció que le robaron los motores y pertenencias de su embarcación mientras esperaba ayuda.
En Tasajera, exactamente el kilómetro 42 de la vía Barranquilla–Ciénaga, fue escenario de un nuevo hecho de inseguridad que golpea la imagen del corregimiento. Alf, un turista francés que navegaba en su yate por la zona, sufrió una falla mecánica en la embarcación y tuvo que acercarse a la orilla en busca de apoyo.
Lo que esperaba fuera un auxilio terminó en minutos de angustia: varias personas rodearon el yate y comenzaron a llevarse lo que encontraban a su alcance. Según el reporte inicial, sustrajeron los dos motores de la nave, un computador portátil y otras pertenencias personales.
“Vi cómo se subían y cargaban con todo. Intenté pedir ayuda, pero eran varios y no podía hacer nada”, relató el extranjero a las autoridades.
La intervención policial
Minutos después, unidades de la Policía del Magdalena llegaron al sitio tras recibir el llamado de emergencia. Aunque la presencia de los uniformados evitó que siguieran despojando la embarcación, el daño ya estaba hecho.
El turista recibió acompañamiento y seguridad, mientras se adelantan investigaciones para dar con los responsables.
“Se activó un plan candado en la zona y estamos recolectando información para individualizar a los presuntos responsables”, aseguró un vocero de la institución.
Este episodio muestra una vez más la situación de Tasajera, una población marcada por episodios de saqueos. La tragedia más recordada ocurrió en julio de 2019, cuando un grupo de personas intentó robar combustible de un carrotanque volcado y una explosión dejó más de 40 muertos.
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Ahora, con el saqueo a un visitante extranjero, el corregimiento vuelve a ser señalado como un punto crítico donde la pobreza y la falta de oportunidades se convierten en justificación para actos delictivos que terminan manchando la imagen de la región.
“Lo que pasó es una vergüenza para todos. La comunidad no puede seguir siendo reconocida solo por estos hechos lamentables”, expresó un líder comunal.
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