Santa Marta se une y propone plan urgente para recuperar la confianza en sus playas


Por primera vez autoridades, gremios y academia se sentaron en una misma mesa para analizar la crisis de saneamiento que golpea a las playas samarias y amenaza la imagen turística de la ciudad. Rebosamientos de alcantarilla, desinformación y falta de articulación obligaron a diseñar un plan de acción inmediato.

Santa Marta está en alerta. La ciudad, que presume de tener 16 playas como su mayor atractivo turístico, enfrenta un problema que pone en jaque su reputación: la calidad del agua del mar. Las recientes noticias sobre rebosamientos de alcantarilla y riesgos de contaminación, sumadas a la desinformación que circula, prendieron las alarmas. El temor de que los turistas comiencen a darle la espalda al destino llevó a que, por primera vez, autoridades, gremios y academia se reunieran para tomar decisiones conjuntas.

El escenario fue el Hotel Marriott de Playa Dormida, donde Cotelco Magdalena convocó el conversatorio “El Agua que Nos Une”. Allí se sentaron frente a frente representantes de Corpamag, Dadsa, Invemar, Essmar, Indetur, la Secretaría de Salud Distrital, organismos de control, hoteleros y académicos. El diagnóstico fue contundente: sin playas limpias y sistemas de abastecimiento confiables, Santa Marta no solo pierde competitividad turística, también pone en riesgo la salud de su población.

“Sin agua no hay turismo, sin turismo no hay destino”, advirtió Omar García Silva, presidente de Cotelco Magdalena, quien recalcó que el futuro económico de la ciudad depende de garantizar condiciones óptimas del recurso hídrico. Tomás Ford, gerente del Hotel Marriott, fue directo: “la industria hotelera no puede crecer si no tenemos servicios básicos confiables y playas seguras”.

El director del Indetur, José Domingo Dávila, añadió otro punto clave: la imagen de la ciudad. “Una noticia negativa sobre la calidad del agua tiene un impacto inmediato en la decisión del viajero. El reto no es solo resolver los problemas, sino también demostrar con hechos que la ciudad actúa con responsabilidad”, subrayó.

El encuentro dejó compromisos concretos: la instalación de mesas interinstitucionales, la creación de un observatorio académico para vigilar la implementación del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado y la realización de conversatorios periódicos que permitan seguimiento constante.

La conclusión fue unánime: Santa Marta no puede darse el lujo de perder la confianza de sus visitantes ni la salud de sus habitantes. El agua, recurso vital y carta de presentación de la ciudad, necesita acciones inmediatas. La supervivencia turística y ambiental del destino depende de lo que se haga a partir de ahora.


¿Quieres pautar

con nosotros?