La falta de agua es el principal factor.
Santa Marta enfrenta un caos que se ha agudizado durante la Semana Santa debido a bloqueos viales protagonizados por los habitantes en diferentes sectores, como respuesta a la desesperación por la falta de agua y luz que afecta a diversas comunidades.
Las protestas, que se llevan a cabo a cualquier hora del día, reflejan el malestar y la indignación de los residentes, quienes han cerrado calles exigiendo atención a sus necesidades básicas.
Algunos barrios reportan hasta un mes sin recibir suministro de agua, mientras que otros sufren cortes intermitentes en el servicio de energía. Esta situación ha generado un ambiente de agotamiento y frustración entre los habitantes, quienes se sienten abandonados por las autoridades locales.
El colapso en la movilidad es evidente, con bloqueos que interrumpen el tránsito en vías principales en cualquier momento del día. Los manifestantes utilizan sillas, cuerdas, llantas e incluso árboles para cerrar las vías, buscando llamar la atención sobre sus demandas urgentes.
Las comunidades afectadas exigen una solución inmediata a esta crisis de servicios básicos que afecta su calidad de vida y pone en peligro su bienestar. Sin embargo, hasta el momento, las autoridades no han logrado proporcionar una respuesta satisfactoria que satisfaga las demandas de los ciudadanos.
La falta de agua y una energía precaria y costosa son problemas que afectan a toda la ciudad, y la falta de acción por parte de las autoridades solo agrava la situación y profundiza la crisis en la que se encuentra Santa Marta en plena Semana Santa.