Salió de su casa el lunes en la noche y apareció este miércoles sin vida en el hospital JMB


Había salido de su casa en El Pando sin avisar. Lidiaba con el desempleo, el estrés y una enfermedad cardíaca. Su familia aún no entiende cómo terminó así.

Lo buscaron por cielo y tierra. En grupos de WhatsApp, en redes sociales, con amigos, conocidos y hasta con la esperanza de que algún medio les ayudara a encontrarlo. Pero el mensaje que llegó no fue el que esperaban: Calixto estaba muerto.

Carlos Calixto Torres Avendaño, un hombre de buenos modales, servicial y querido en su barrio El Pando, había salido de su casa la noche del lunes sin decir palabra.

Llevaba consigo una carga grande: el estrés de haberse quedado sin trabajo y el peso constante de una enfermedad cardíaca que ya lo había hecho frágil. No dijo adiós, no dejó una nota, solo se fue. Y no volvió.

Dos días después, la llamada que tanto temían sacudió a la familia: Calixto estaba en el hospital Julio Méndez Barreneche… sin vida. Nadie sabe aún con certeza qué ocurrió en esas horas de angustia. Lo único claro es que su corazón, no resistió más.

Tenía sueños, como todos. Pero también tenía preocupaciones, como tantos. Y en medio del desespero por un futuro incierto, se fue. “Era un buen hombre”, repiten sus familiares, entre lágrimas. “Siempre estaba pendiente de los suyos, siempre con una palabra amable”.

El dolor que deja Calixto no es solo el de su ausencia, sino también el de las preguntas sin respuesta. ¿Qué pasó desde que salió de su casa hasta que llegó al hospital? ¿Por qué nadie pudo ayudarlo a tiempo?

En El Pando, su barrio, lo recordarán como el vecino atento, el hombre de palabra sencilla, el que saludaba a todos.


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