El jurista se convirtió en una nueva víctima de la imprudencia vial. Un carro a alta velocidad lo embistió cuando tomaba la rotonda de Bureche en su moto. Murió en una clínica tras ser llevado de urgencias.

Ciro Carbonó no alcanzó a reaccionar. Iba en su motocicleta por la rotonda de Bureche, en la Troncal del Caribe, y se disponía a tomar la curva con normalidad. Lo que no esperaba era que un vehículo a toda velocidad apareciera de repente y lo embistiera de frente, dejándolo tendido sobre el asfalto sin oportunidad alguna de levantarse.

El golpe fue devastador. Las imágenes captadas minutos después lo confirman: el carro, con la parte delantera destrozada, la moto convertida en chatarra, y el cuerpo de Ciro tendido, inmóvil, mientras los curiosos empezaban a rodear la escena con rostros de incredulidad. Era un hombre conocido, un abogado respetado en Santa Marta, y ahora estaba luchando por su vida.

Fue trasladado de urgencias a una clínica cercana, pero los esfuerzos médicos resultaron insuficientes. Las lesiones eran demasiado graves. Ciro Carbonó falleció poco después, dejando un profundo dolor entre colegas, familiares y quienes lo conocían por su trayectoria en el ámbito jurídico de la ciudad.

Nadie podía creer que un profesional con tanto por aportar hubiera perdido la vida de forma tan absurda. La imprudencia al volante, otra vez, cobra una vida valiosa. Las autoridades investigan al conductor responsable, mientras la ciudad despide a un abogado que no debía morir así: atropellado, vencido por la velocidad de otro.