
Promesa del boxeo en Fundación absuelto de crimen que no cometió volverá a pelear por sus sueños
Tras más de un año privado de la libertad por un homicidio del que fue absuelto, el joven boxeador de Fundación, Magdalena, recupera su libertad y promete retomar su carrera profesional. Dice que no guarda rencor, que todo fue una prueba, y que su sueño de ser campeón mundial sigue en pie.
Fundación se llenó de aplausos, abrazos y lágrimas cuando la noticia se confirmó: Ebenezer Yireth Ricardo Ávila salía en libertad. El joven boxeador, orgullo deportivo del municipio, había pasado más de un año tras las rejas acusado de un crimen que siempre negó haber cometido.
La justicia, finalmente, le dio la razón.
Su detención se produjo en el marco de las investigaciones por el homicidio del psicólogo Raúl Enrique Montoya Casarrubia, ocurrido el 20 de enero de 2024 en el barrio Paz del Río. La captura conmocionó a toda la comunidad: nadie podía creer que el muchacho disciplinado, que se había formado en los cuadriláteros de Fundación, estuviera implicado en un hecho violento.
Hoy, el sistema judicial determinó que no existían méritos para mantenerlo detenido por el asesinato del psicólogo Raúl Enrique Montoya Casarrubia. Con la decisión, Ebenezer no solo recupera su libertad, sino también su nombre, su reputación y la posibilidad de volver a soñar.
Un año entre sombras y fe
Durante su tiempo privado de la libertad, Ebenezer no dejó de entrenar —aunque el ring fuera distinto—. En entrevistas y mensajes a sus seguidores, compartió el proceso de introspección que vivió.
“Soy bendecido en todo el sentido de la palabra”, escribió al salir, agradeciendo a Dios por haberle mostrado “quiénes eran las personas falsas, hipócritas y desleales”.
No habló con rabia, sino con serenidad. Dijo que la experiencia, por dura que fue, le permitió entender la vida desde otra esquina. “Dios me permitió tocar fondo para mostrarme la verdad que me rodeaba, pero ahora sé quién soy y hacia dónde voy”, expresó.

Su familia, que nunca dudó de su inocencia, lo recibió con un mensaje claro: el tiempo perdido se recupera con esfuerzo, no con rencor.
El sueño que no se detiene
Antes de su captura, Ebenezer había dado el salto al boxeo profesional el 25 de enero de 2024. Ya acumulaba un récord de cinco peleas, varias de ellas con victorias contundentes. En su palmarés amateur figuran cuatro medallas de oro, tres regionales y una departamental, además de su participación en los Juegos Nacionales de Pereira, donde dejó ver su talento y disciplina.
Su carrera prometía despegar: tenía una pelea programada para el 28 de agosto y propuestas internacionales en Rusia y Texas, donde se esperaba enfrentara a un boxeador con 22 combates profesionales. Todo se detuvo con la medida judicial.
Ahora, libre de toda acusación, promete volver al ring con más fuerza. “El tiempo perdido no se recupera, pero la fe me mantuvo firme”, dice.
Una lección que golpea y enseña
El caso de Ebenezer fue muy sonado en Fundación. Muchos lo consideran un ejemplo de cómo la fe y la perseverancia pueden resistir incluso la injusticia. Su historia, marcada por el dolor y la resistencia, hoy se transforma en símbolo de esperanza para los jóvenes del municipio.
“No me rindo. Vuelvo al gimnasio, vuelvo al ring, vuelvo a la vida”, dijo al reencontrarse con sus entrenadores.
Después de un año en el que el destino lo puso contra las cuerdas, Ebenezer Yireth Ricardo Ávila vuelve a ponerse los guantes, no solo para pelear por títulos, sino por algo mucho más grande: su nombre, su libertad y su sueño.
PAUTE
AQUÍ
420 px x 450 px
INFO AQUÍ
