La docente de 33 años, murió en un brutal accidente cuando regresaba de dar clases en la Zona Bananera. En su casa en Ciénaga, su hijo de cuatro años la esperaba para almorzar como todos los días.

En su casa en Ciénaga, un niño de cuatro años se quedó esperando a su mamá. Tenían servidos los platos para el almuerzo y el mismo entusiasmo con el que cada día la recibía después de su jornada como maestra en la zona rural de la Zona Bananera. Pero esta vez, Luisa Matilde Torregrosa Hernández nunca llegó.

La mujer, de apenas 33 años, regresaba en su motocicleta, como lo hacía siempre, luego de cumplir con sus clases en una institución educativa rural donde sus estudiantes la adoraban. Era querida, respetada y admirada por su entrega, su energía y su sonrisa constante. Pero la rutina del mediodía de este martes se quebró en la vía Troncal del Oriente, a la altura del corregimiento de Varela.

De acuerdo con las primeras versiones, Luisa Matilde habría tropezado con una mula y, sin poder maniobrar, terminó chocando violentamente contra la parte trasera de otra. El impacto fue tan brutal que su cuerpo quedó irreconocible. Murió en el acto.

En el colegio, la noticia cayó con mucho dolor. Los alumnos no entendían por qué su profe no volvería al aula. Entre los compañeros y vecinos, solo había silencio y lágrimas. Todos saben que detrás de su carácter amable y su pasión por enseñar había una madre dedicada, una mujer que encontraba en su hijo la mayor motivación para seguir adelante.

Mientras las autoridades levantaban el cuerpo en la carretera, en su casa en Ciénaga un niño seguía esperando. No entendía por qué su mamá se demoraba tanto, por qué no escuchaba el sonido familiar de la moto que se detenía frente a la puerta.

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El reloj siguió corriendo, el almuerzo se enfrió y la tragedia marcó para siempre a una familia, a una escuela y a una comunidad entera que hoy llora la pérdida de una mujer que lo daba todo por los suyos.

Luisa Matilde Torregrosa Hernández no solo deja el vacío de una maestra ejemplar, sino el de una madre amorosa a la que la muerte le truncó el camino cuando regresaba de hacer lo que más amaba: enseñar.