
Primera cirugía cerebral por depresión en Colombia fue practicada a una mujer de 34 años
En el Hospital Internacional de Colombia, Lorena Rodríguez Moreno se convirtió en la primera paciente del país en someterse a una cirugía de estimulación cerebral profunda (DBS) para tratar una depresión resistente. El procedimiento marca un hito médico nacional y le devolvió a esta mujer de 34 años las ganas de vivir.
Lorena Rodríguez Moreno lo intentó todo: años de medicación, psicoterapia, tratamientos intensivos, clínicas especializadas. Nada funcionaba. Desde los 15 años vivía atrapada en una oscuridad persistente, que ni el amor de los suyos ni los avances de la psiquiatría convencional lograban disipar.
“Me dolía estar viva”, resume.
Todo cambió este año en el Hospital Internacional de Colombia (HIC), en Santander, el cual fue escenario de una intervención médica sin precedentes en el país: la primera cirugía de Estimulación Cerebral Profunda (DBS, por sus siglas en inglés) aplicada a una paciente con depresión resistente. Y la protagonista fue ella, una mujer nacida en Garagoa, Boyacá, que ya no tenía esperanza pero sí el coraje suficiente para apostarle a lo inédito.
Durante seis horas, y sin perder la conciencia, Lorena fue intervenida por un equipo liderado por el neurocirujano William Contreras. Implantaron electrodos en zonas específicas de su cerebro para modular la actividad neuronal asociada al trastorno depresivo mayor. Fue una apuesta de alto riesgo, pero también un acto de fe en la ciencia y en una vida posible más allá del sufrimiento.
“Al principio no creía que fuera a cambiar algo, pero mi situación era tan extrema que decidí intentarlo”, cuenta.
Tres meses después, la transformación es evidente. Lorena ha recuperado el deseo de hacer cosas simples que antes se le volvían imposibles: vestirse con gusto, maquillarse, saborear un helado, sonreír sin esfuerzo. “Volví a sentir que estoy viva”, dice.
El procedimiento, aunque no es una cura definitiva, abre una nueva puerta en la lucha contra los trastornos mentales graves. La historia de Lorena no solo representa un hito clínico. Es también un grito silencioso que rompe el estigma y da visibilidad a miles de personas que aún batallan con enfermedades invisibles.
“Hoy puedo decir que fue la mejor decisión que he tomado en mi vida”, señaló.
PAUTE
AQUÍ
420 px x 450 px
INFO AQUÍ