¿Por qué Santa Marta no celebró sus 400 años?; conozca la historia

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Santa Marta no se fundó una sola vez. Se levantó tantas veces como fue necesario.

Desde aquel 29 de julio de 1525, cuando Rodrigo de Bastidas trazó las primeras calles de lo que sería la primera ciudad de Suramérica, Santa Marta nació para ser un punto de encuentro entre mundos.

Cuando llegó el año de su cuarto centenario, Santa Marta se preparaba para una celebración digna de su historia. Pero un hecho impredecible, puso a prueba una vez más su carácter.

Mientras la ciudad planificaba con orgullo su aniversario, un terrible incendio consumió una treintena de manzanas en Manizales, dejando a gran parte de gente en la ruina.

Fue entonces cuando la administración distrital tomó una decisión que sorprendió a muchos: donar parte de los fondos de la celebración para ayudar en la reconstrucción de la plaza de la ciudad afectada.

Según el periodista samario Giancarlos Villarreal, tras una búsqueda en los archivos del Magdalena, expresó en su reciente video para el portal ‘Frente al Morro’ que encontró fragmentos de El Espectador de la época que resaltaban la solidaridad de la administración samaria, describiéndola como “un acto de nobleza”.

No importó que la ciudad no tuviera la infraestructura para una gran fiesta. Santa Marta entendió que su grandeza no se medía en desfiles, sino en valores.

Aun así, el 29 de julio de 1925, la ciudad no dejó de celebrar. En medio del caos, se inauguró con un desfile militar, la hoy conocida Avenida del Libertador.

2025: Un nuevo capítulo en su historia

Ahora, con casi 500 años después de su fundación, Santa Marta se prepara para un nuevo aniversario. Más que una celebración, es un homenaje a su resistencia, a su historia y su a gente.

La conmemoración de su medio milenio está acompañada de una visión de futuro. El “Plan Santa Marta 500 años” contempla 25 proyectos a corto, mediano y largo plazo, que buscan mejorar la infraestructura y la calidad de vida en la ciudad.

Entre estos se destacan iniciativas de sostenibilidad ambiental, soluciones a la problemática del agua, la ampliación del aeropuerto internacional para fomentar el turismo y la continuación de la revitalización del Centro Histórico.

Santa Marta se embellece para recibir a propios y visitantes de todo el mundo, ofreciendo una experiencia llena de historia y maravillas naturales.

Quizá hoy Manizales y su gente no recuerden aquel acto bondadoso de 1925, pero Santa Marta no necesita reconocimiento. Su mayor orgullo es saber que cuando el destino la puso a prueba, eligió la generosidad.

Así es Santa Marta. La ciudad que ardió, renació y que 500 años después, sigue escribiendo su historia.