Las víctimas habían acumulado una fortuna en inversiones y bienes raíces. La designación de un único heredero habría desatado la tragedia.

A María Victoria y María Norelia Correa Ramírez las asesinaron a sangre fría en una panadería de Envigado. Dos sicarios entraron al establecimiento, las ubicaron entre los clientes y dispararon sin dudar. No hubo advertencias, ni intentos de robo. Solo balas certeras dirigidas a la cabeza.

El crimen ocurrió el pasado viernes en la panadería Pecositas, ubicada en la avenida El Poblado con la calle 25A sur. La principal hipótesis apunta a que las hermanas fueron víctimas de una disputa familiar por una herencia de 3.000 millones de pesos.

María Victoria, de 68 años, era periodista y junto a sus hermanas había construido un patrimonio con inversiones en propiedades. La pelea por la designación de un único heredero habría desencadenado la tragedia.

Ejecución sin piedad

En el momento del ataque, las hermanas estaban acompañadas por un sobrino y una tercera hermana. Los sicarios dispararon a quemarropa: María Victoria cayó de inmediato, María Norelia corrió la misma suerte. La otra hermana sobrevivió con heridas en el brazo y el cuello. El sobrino salió ileso.

Minutos después, la violencia se trasladó a la Clínica Las Américas del Sur. Familiares de las víctimas protagonizaron altercados en los pasillos, con acusaciones cruzadas sobre quién pudo haber ordenado el crimen.

Pistas de los asesinos

Las investigaciones han revelado que los homicidas no eran del Valle de Aburrá, sino que llegaron desde el Valle del Cauca con la única misión de ejecutar el asesinato.

Cámaras de seguridad captaron sus movimientos y las motocicletas abandonadas dejaron huellas dactilares clave.

El general William Castaño Ramos, comandante de la Policía Metropolitana, aseguró que las autoridades trabajan en la identificación y captura de los responsables. Mientras tanto, Envigado sigue conmocionado por un crimen donde la ambición terminó siendo más fuerte que la sangre.