La mujer de 44 años, fue brutalmente asesinada a cuchillazos y martillazos. Su hija la encontró en medio de un charco de sangre. El principal sospechoso es su compañero sentimental, hoy prófugo.

La encontró tirada en el piso, bañada en sangre. No respiraba. Su rostro estaba desfigurado por los golpes y cuchilladas. Era su madre.

Eran casi las seis de la mañana del sábado cuando una adolescente abrió la puerta de su casa en el barrio Sinaí, en Barranquilla, y se topó con una escena aterradora que la marcará para siempre: Clara Milena Álvarez Díaz, de 44 años, yacía sin vida tras ser víctima de una brutal agresión. Su cuerpo presentaba múltiples heridas con arma blanca y golpes con un martillo.

Los gritos de la joven alertaron de inmediato a los vecinos. “La hija estaba dando gritos desesperados, abrazando a la mamá y preguntando por qué, si ella era tan buena”, contó una residente del sector.

Llegó a Barranquilla en búsqueda de mejor vida 

Clara Milena había llegado a Barranquilla desde Tasajera, corregimiento del municipio de Pueblo Viejo (Magdalena), con la esperanza de una vida mejor. Se instaló con su hija en esta ciudad, luego de que su pareja con la que convivió más de 30 años y tuvo varios hijos, la convenciera de comenzar una nueva vida juntos. Hoy, ese mismo hombre es el principal sospechoso de su asesinato. Un ataque de celos lo habría llevado a atacarla de manera brutal con un cuchillo en el cuerpo y martillo en la cabeza. 

Según el informe de la Policía Metropolitana, la hija relató que su madre había discutido con su pareja en la madrugada. Luego, el agresor habría cometido el crimen, usando un cuchillo y un martillo para acabar con su vida. Testigos aseguran que el asesinato ocurrió hacia las 3:00 a. m., y que el señalado trabaja como conductor de camiones.

El CTI de la Fiscalía realizó la inspección técnica del cadáver, mientras que las autoridades intensifican la búsqueda del presunto feminicida, quien huyó tras el crimen y es buscado por todo el Caribe colombiano.

La promesa de un nuevo comienzo terminó en tragedia. Lo que debía ser una oportunidad para crecer, se transformó en una pesadilla. Hoy, una joven llora a su madre y carga con la imagen imborrable del horror, mientras el país suma otro feminicidio a la dolorosa lista de mujeres asesinadas por quienes alguna vez dijeron amarlas.