¿Por qué el padre Fajid no quiere salir del cementerio? Iglesia dice que lo administra como una tienda 

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El sacerdote está acostumbrado a una vida de lujos y excentricidades que ha logrado darse con los ingresos que actualmente percibe. 

A pesar de que el padre Fajid Álvarez Yacub ha justificado su negativa a aceptar el traslado ordenado por la Iglesia, alegando problemas de salud que le impiden desplazarse hasta el municipio de Cerro de San Antonio, donde lo dispuso el obispo José Mario Bacci, las verdaderas razones podrían ser los beneficios que ha encontrado en su actual ubicación.

El sacerdote Fajid siempre ha llevado una vida de lujos y vanidades, que ha logrado mantener durante todos estos años gracias a los ingresos que percibe administrando el cementerio y prestando los servicios respectivos. 

En las calles se le ve conduciendo un Mercedes-Benz de último modelo y actualmente habita un lujoso apartamento que compró recientemente. 

Precisamente, las discusiones con monseñor comenzaron cuando se le solicitó que traspasara todos sus bienes a nombre de la Diócesis.

El padre Fajid se negó a esta exigencia, argumentando que todo lo que posee es producto de herencias familiares y no de los ingresos obtenidos por sus servicios como sacerdote. 

Esta negación y rebeldía fueron castigadas por el obispo José Mario Bacci, quien no solo le ordenó salir inmediatamente del cementerio, sino que también lo envió a un municipio distante, donde tendría que dejar atrás las ostentaciones y adaptarse a las nuevas condiciones de la parroquia de Cerro de San Antonio.

Álvarez Yacub, con su carácter excéntrico, no está dispuesto a perder todos los beneficios que obtiene a través de la administración del cementerio. Por esta razón, creó una figura administrativa privada para continuar gestionando directamente los ingresos del lugar. 

A pesar de tenerlo prohibido, sigue ofreciendo misas y cobrando por aquellas dedicas a difuntos y especiales. También mantiene los ingresos por los servicios sepulturales y las ofrendas, sin rendir ningún tipo de informe o explicación a la Iglesia.

La Diócesis está dispuesta a no perder esta batalla, que ha pasado del ámbito eclesiástico al legal, y está decidida a sacar al padre rebelde, incluso con la intervención de la policía, para recuperar la administración de la parroquia y el cementerio.

Por su parte, el padre Fajid también está listo a impedir este desalojo a la fuerza y ya tiene lista su defensa jurídica en que buscará hacer valer sus derechos fundamentales al debido proceso, dignidad, trabajo y a la igualdad.