Estas armas no letales estaban siendo utilizadas para intimidar, delinquir y alterar la tranquilidad ciudadana.

En una acción conjunta entre la Policía Metropolitana de Santa Marta y autoridades civiles, fueron destruidas 180 armas de diferentes tipos que habían sido incautadas en distintos procedimientos operativos durante los últimos meses.

El material incluía armas traumáticas, neumáticas, de fogueo, deportivas, aerosoles y de caza, muchas de las cuales eran empleadas para suplantar armas de fuego reales y facilitar hechos delictivos.

El procedimiento de destrucción, realizado bajo estrictos protocolos de seguridad, se llevó a cabo con la presencia de inspectores de policía de las zonas norte y sur de la ciudad, así como del corregimiento de Taganga, y líderes comunales. Esta participación comunitaria busca reforzar el mensaje de corresponsabilidad en el control del delito y la protección del orden público.

Las autoridades enfatizaron que estas armas, aunque no siempre letales, generan un alto riesgo cuando son manipuladas por personas con intenciones criminales. En muchos casos, han sido utilizadas para intimidar a víctimas en robos, extorsiones e incluso riñas.

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El retiro de estos elementos de las calles representa, según la Policía, una medida concreta para garantizar entornos más seguros, especialmente en una ciudad que actualmente recibe miles de visitantes por la temporada alta.

“El compromiso es con la vida y la tranquilidad de todos los samarios y turistas. Estas armas, en las manos equivocadas, pueden causar daños irreparables. Nuestro deber es prevenir”, señaló el coronel Jaime Hernán Ríos Puerto, comandante de la Policía Metropolitana de Santa Marta. Además, recordó que portar este tipo de armamento sin la debida autorización constituye un delito, conforme lo establece el decreto 2535 de 1993, por lo que se intensificarán los operativos de control en todo el Distrito.