Pinedo y la ESSMAR confirman que la solución al problema del agua está más cerca: hay recursos, predios y obras en marcha


En medio de la cumbre internacional CELAC–UE, la Alcaldía de Carlos Pinedo anunció avances concretos del Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado, incluyendo el inicio de las obras de la Planta El Curval, los lotes para las plantas desalinizadoras y la asignación de más de $765 mil millones en recursos. Por primera vez, la ciudad parece tener en sus manos una solución real a su crisis hídrica.

Santa Marta, una ciudad que ha convivido durante décadas con la escasez de agua, empieza a escribir un nuevo capítulo en su historia. Mientras el mundo mira hacia la Bahía por la cumbre CELAC–UE, el Distrito recibió otra noticia esperanzadora: el megaproyecto de acueducto y alcantarillado ya está en marcha.

El alcalde Carlos Pinedo Cuello, junto a representantes del Gobierno nacional, confirmó el inicio de las obras de la Planta de Tratamiento El Curval, considerada la obra más trascendental en materia de abastecimiento en los últimos años.

“Gracias al trabajo conjunto con el presidente Gustavo Petro y la ministra de Vivienda, hoy la solución del agua es una realidad para Santa Marta. Tenemos los recursos, los lotes y las plantas”, afirmó Pinedo, durante la sesión de la Comisión del Quinto Centenario.

El mandatario explicó que el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado está siendo articulado con el nuevo Plan de Ordenamiento Territorial, y que se destinarán $17.000 millones para rehabilitar los pozos del Distrito, una medida que aliviará el suministro en sectores históricamente afectados.

La reunión, presidida por la ministra de Vivienda, Helga Rivas, y la ministra de las Culturas, Yannai Kadami Forodona, contó con la participación de la SAE, la ESSMAR, gremios económicos, academia y comunidades indígenas y afrodescendientes. Todos coincidieron en un mismo punto: la ciudad avanza hacia una solución estructural que durante años pareció imposible.

Los recursos ya están garantizados

El gerente de Infraestructura Distrital, Luis Felipe Gutiérrez, confirmó que la Nación asignó $765 mil millones mediante un Conpes Estratégico para construir dos plantas desalinizadoras:

una en el sector Sur, con capacidad de 60.000 metros cúbicos diarios, y otra en Taganga, con 2.000 metros cúbicos.

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“Tenemos los recursos, los lotes y las garantías para el Plan Maestro del Agua”, puntualizó el funcionario, al anunciar que la SAE cedió 5,5 hectáreas en Pozos Colorados para levantar la desalinizadora del sur.

Por su parte, David Millán Orozco, asesor del Viceministerio de Agua y Saneamiento, resaltó que este 8 de noviembre quedará como un día histórico para Santa Marta:

“Es casi como cuando la ciudad conmemoró sus 500 años. Hoy podemos decir que Santa Marta tiene la viabilidad técnica y financiera para resolver su problema de agua”, afirmó.

La ESSMAR recibe el predio para la desalinizadora

La ESSMAR E.S.P. también celebró un paso clave: la entrega oficial del predio La Esperanza, en Pozos Colorados, donde se construirá la Planta Desalinizadora del Sur.
La cesión fue realizada por la SAE y marca el inicio de las obras que fortalecerán la seguridad hídrica del Distrito.

“Reafirmamos nuestra voluntad y disposición técnica para avanzar en este proyecto estratégico para la ciudad”, indicó la empresa en sus redes oficiales, destacando el acompañamiento de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios y la coordinación con las autoridades locales.

Una oportunidad histórica para cerrar una deuda con los samarios

Por primera vez, los anuncios no se quedan en promesas: hay recursos, hay predios y hay obras en ejecución.

El gobierno de Carlos Pinedo Cuello, con el respaldo del presidente Gustavo Petro, busca saldar una deuda histórica con los samarios: el derecho al agua.
La ciudad que hoy recibe a jefes de Estado del mundo también celebra un logro propio.

Mientras los reflectores de la política internacional apuntan a la Bahía más antigua de América, Santa Marta comienza a ver fluir una esperanza que por años se le negó: la de abrir el grifo y ver correr el agua sin miedo a que se acabe.


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