Pinedo informó que Megacolegio de Taganga deberá ser demolido pese a millonaria inversión


La comunidad recibió un golpe doloroso tras conocerse que las estructuras del proyecto iniciado en 2018 no sirven y tendrán que ser derribadas. El alcalde Carlos Pinedo promete justicia y un nuevo colegio, mientras los habitantes reclaman por los $9.400 millones perdidos.

En Taganga, la ilusión de contar con una institución educativa digna se desplomó oficialmente. El alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, informó que el proyecto iniciado en 2018 no solo quedó inconcluso, sino que deberá ser demolido. La decisión se toma tras conocerse el informe patológico de las obras, el cual concluyó que las estructuras levantadas carecen de las condiciones técnicas mínimas para continuar.

“Con este informe en mano vamos a pedir las sanciones que haya lugar. Esto es un elefante blanco que no puede quedar en la impunidad”, dijo el mandatario, durante la entrega de ayudas a pescadores artesanales en el corregimiento.

La revelación dejó fríos a los asistentes. Lo que debía ser el orgullo del pueblo se convirtió en un símbolo de abandono. Los $9.400 millones que se invirtieron en el contrato se perdieron y los niños seguirán sin un colegio digno donde recibir clases.

El contrato fallido

El 16 de julio de 2018 se firmó el contrato para levantar la Institución Educativa Distrital de Taganga (IED), con un anticipo de $2.800 millones y la promesa de construir un plantel con todos los servicios necesarios para que los estudiantes no tuvieran que desplazarse a la ciudad.

La obra quedó en manos de la Unión Temporal Taganga, integrada por la Fundación para el Ingreso Integral Comunitario (Fundacom) y el empresario Carlos Arturo Camargo Moreno. Sin embargo, la planeación fue deficiente, la ejecución irregular y la interventoría prácticamente nula.

El Consorcio Interventoría IED Santa Marta 2018, conformado por Constructora Tito Velásquez S.A.S. y Conin Consultores, permitió que las fallas avanzaran sin correctivos. El nombre de Tito Velásquez ya figura en otros proyectos inconclusos en la ciudad, por el cual enfrenta un proceso judicial.

La herida abierta

Siete años después, en el terreno donde debía levantarse el colegio modelo solo quedan restos de estructuras en un supuesto avance del 80 por ciento que ahora deberán ser demolidos. Para los habitantes de Taganga, que soñaban con ver a sus hijos estudiar en condiciones dignas, la noticia representa una herida más.

“Esto retrasa nuestras intenciones de entregarle el colegio que merece Taganga, pero lo vamos a hacer realidad”, aseguró Pinedo, comprometiéndose a iniciar un nuevo proceso y a exigir que los responsables respondan ante los organismos de control.

Por ahora, lo único concreto es que Taganga perdió su colegio y que los niños seguirán estudiando en aulas improvisadas o viajando a Santa Marta. La comunidad carga con la frustración de ver cómo otro proyecto se suma a la lista de “elefantes blancos” que marcan la historia reciente de la ciudad.


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