La periodista y precandidata presidencial recorrió la capital del Magdalena, escuchó a pescadores y comerciantes, y aseguró que el país no puede permitir que el socialismo se apodere de Colombia.

Vicky Dávila ya no solo cuestiona desde un micrófono. Ahora, desde las calles de Santa Marta, lo hace como precandidata presidencial. En su diálogo con la gente dijo lo que piensa: “A Petro se le acaba el tiempo. El 7 de agosto de 2026 tiene que empacar su maleta y la de su recua de ladrones, porque se van”.

La periodista llegó a la capital del Magdalena para escuchar a los pescadores y comerciantes del mercado público, y allí encontró lo que según ella ya sospechaba: abandono, desesperanza y un grito que exige un cambio urgente. “Santa Marta es otro ejemplo de cómo el mal gobierno ha destrozado ciudades con potencial. Aquí la corrupción se ha robado todo”, afirmó.

Dávila no se guardó nada. Cuestionó duramente al presidente Gustavo Petro y su modelo político: “Este gobierno maneja un proyecto destructivo, quiere perpetuarse. No lo vamos a permitir. Las fuerzas armadas y nuestras instituciones sabrán defender la democracia. Que ni sueñe con un golpe de Estado”.

En sus declaraciones a la prensa, fue aún más tajante: “Yo no votaría por alguien que viene de un grupo terrorista. Petro nunca se desmovilizó del todo. Insulta, amenaza y sigue el libreto del socialismo. Ha traído más ladrones al gobierno, dañó la salud, la seguridad y está matando la esperanza de los colombianos”.

Sobre su salto del periodismo a la política, explicó: “Lo hago porque amo a Colombia. Desde el periodismo denuncié escándalos, pero eso ya no basta. Ahora quiero transformar. No vengo del sistema podrido. Mis manos están limpias. Estoy orgullosa de no estar metida en ningún escándalo”.

En cuanto a Santa Marta, Dávila lamentó que una ciudad con tanto potencial turístico esté sumida en la corrupción y la falta de inversión. “A Santa Marta necesita una solución definitiva para el agua, empleos formales, un aeropuerto digno y atención real a sus problemas estructurales. Es una ciudad maravillosa que merece más”.

Vicky Dávila dejó Santa Marta con un mensaje claro: Colombia está en riesgo y no hay tiempo para tibiezas. Su campaña arranca con fuerza, con un enemigo claro: Gustavo Petro y un país que, según ella, debe despertar antes de que sea demasiado tarde.