Las lluvias habrían atraído diferentes tipo de residuos afectando la imagen y el medio ambiente.
El Parque Nacional Natural Tayrona, uno de los destinos ecoturísticos más emblemáticos de Colombia, reabrió sus puertas tras un cierre de 15 días destinado a la recuperación ecológica y la realización de rituales espirituales por las comunidades indígenas locales. Sin embargo, a pesar de las expectativas, los primeros visitantes se encontraron con una desagradable sorpresa: basura en las playas.
El cierre, denominado «Respira Tayrona», buscaba restaurar la biodiversidad y renovar los ecosistemas del parque. Este proceso incluyó rituales por parte de las comunidades kankuamo, arhuaco, kogui y wiwa, quienes realizaron ceremonias para la protección de la fauna y la flora de la región.
Durante estos días, se esperaba que el parque pudiera recuperarse de la presión turística, permitiendo un respiro a sus ecosistemas.
No obstante, la Autoridad de Parques Nacionales Naturales parece no haber tenido en cuenta un factor crucial: la temporada de lluvias.
La intensa precipitación de los días previos al final del cierre arrastró residuos desde las montañas y ríos hasta las playas, lo que impidió que el periodo de limpieza fuera efectivo.
La agencia Tutourcolombia, a través de sus redes sociales, documentó el estado en el que fueron encontradas algunas de las playas del parque.
«Entendemos que en los días previos llovió intensamente, y todos sabemos que la lluvia puede arrastrar residuos desde las montañas y los ríos hacia el mar. Sin embargo, es inaceptable que @parquescolombia no haya preparado adecuadamente las playas para recibir a los turistas en el primer día de reapertura, especialmente considerando la esperada temporada de vacaciones para todos los operadores turísticos», mencionó la agencia en una publicación que rápidamente se hizo viral.
Los turistas que llegaron con la esperanza de encontrar un entorno rejuvenecido se vieron obligados a recoger la basura ellos mismos.
Este panorama desató críticas hacia la gestión del parque, con visitantes y operadores turísticos exigiendo mejores planes de limpieza y manejo de residuos para futuras ocasiones.
A pesar de las buenas intenciones detrás del cierre de «Respira Tayrona», los resultados no fueron los esperados. La comunidad turística pide a Parques Nacionales Naturales que tome medidas más efectivas y considere todos los factores ambientales antes de planificar futuros cierres, para garantizar que el objetivo de conservación se cumpla realmente y los visitantes puedan disfrutar de un entorno limpio y saludable.
