
Pagó 15 años de cárcel por una masacre que no cometió; ahora intenta comenzar de cero
Condenado a 54 años, Edward Nieto demostró su inocencia tras 15 años de prisión por una masacre en la que nunca participó. Hoy, libre al fin, busca rehacer su vida mientras su caso evidencia las fallas del sistema judicial colombiano.
En junio de 2011, la vida de Edward Nieto se partió en dos. La visita rutinaria a la casa de su novia en Villa del Rosario, Norte de Santander, se convirtió en el inicio de una pesadilla que lo mantendría tras las rejas durante casi década y media.
Ese día, las autoridades allanaron la vivienda y lo capturaron bajo la acusación de haber participado en la masacre de Juan Frío, un crimen cometido por paramilitares en la región.
Desde entonces, su destino quedó marcado por una condena de 54 años de cárcel, a pesar de que él insistió desde el primer momento en su inocencia.
“No sabía por qué me capturaban, solo cuando me trasladaron a la URI me dijeron que era investigado por una masacre. Yo no conocía a los hombres que arrendaban habitaciones en esa casa, mucho menos lo que hacían”, relató Nieto.
Pasó siete años en la cárcel Modelo de Cúcuta y luego fue trasladado a Palogordo, en Girón. Detrás de los barrotes quedó también el sueño de servir en el INPEC, pues estaba a la espera de los resultados de un proceso de selección para ingresar como funcionario de custodia y vigilancia. En su lugar, le tocó vivir como recluso, cargando con un estigma que lo acompañó cada día de encierro.
Universitarios lograron demostrar su inocencia
La clave para que la verdad saliera a la luz llegó gracias a un grupo de abogados de la Universidad Libre de Cúcuta. A través del proyecto “Inocencia”, liderado por el docente José María Peláez Mejía, decidieron asumir la defensa de Nieto. El argumento de la Fiscalía para vincularlo era débil: su captura se basaba en que compartía espacio en la vivienda con hombres que sí participaron en la masacre. Nada más.
Tras dos intentos fallidos, fue en 2017 cuando la Corte Suprema de Justicia aceptó la tercera acción de revisión presentada por los juristas y reconoció que Edward nunca tuvo participación en los hechos violentos de Juan Frío. Con esa decisión, se abrió el camino para su libertad, aunque el proceso tardó aún varios años más en concretarse. En total, fueron 15 años de una condena injusta que lo marcaron física y emocionalmente.
Hoy, lejos de los barrotes y con la certeza de que su nombre fue limpiado, Nieto enfrenta otro reto: recuperar el tiempo perdido.
“Quiero sanar mis heridas, recuperar mi salud mental y tener una oportunidad laboral. Después de permanecer tantos años en la cárcel de manera injusta, solo espero rehacer mi vida”, expresó.
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Mientras se abre la posibilidad de una demanda de reparación contra el Estado, Nieto camina lentamente hacia su nueva vida. Una vida que comenzó 15 años tarde, pero en la que aún conserva la esperanza de recuperar lo que le arrebataron: su futuro.
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