Con el 85 por ciento de las raciones preparadas en sitio y el objetivo de alcanzar el 100 %, el Programa de Alimentación Escolar liderado por la Gobernación del Magdalena avanza como una apuesta por la equidad alimentaria en los colegios del Departamento.

El aroma de la comida caliente se cuela por los pasillos de muchas escuelas del Magdalena antes de que suene el timbre del recreo. Para los más de 135.000 estudiantes beneficiados por el Programa de Alimentación Escolar – PAE del Cambio, cada almuerzo es mucho más que una comida: es una garantía diaria de bienestar, concentración y motivación.

Desde el inicio del calendario escolar, la Gobernación del Magdalena, bajo el mandato de Rafael Martínez, puso en marcha esta ambiciosa iniciativa que ha logrado cubrir al 100 por ciento de la población estudiantil matriculada en instituciones públicas.

El impacto no solo es numérico: el 85% de las raciones ya se preparan en sitio, elevando la calidad y el valor nutricional de los alimentos. La meta, aseguran, es clara y cercana: alcanzar el 100 % de raciones calientes servidas directamente en las instituciones.

Para hacerlo posible, fue necesaria una millonaria inversión en equipos de cocina y refrigeración, adquiridos por el gobierno del exgobernador Carlos Caicedo y hoy entregados por Martínez.

“Con 13.000 millones de pesos gestionados, muchas cocinas escolares pasaron de fogones deteriorados a modernas instalaciones donde se preparan alimentos con dignidad”, dijo el gobernador.

Por su parte una docente de la zona rural asegura que “el cambio se siente en cada plato. Antes era un refrigerio frío, hoy es una comida caliente que les cambia el día.”

Para asegurar eficiencia y calidad en la operación, el programa se dividió estratégicamente en dos zonas: la Norte-Río, operada por Magdalena Vital, y la Sur-Centro, a cargo de ABC PAE. Esta distribución busca optimizar recursos y garantizar la cobertura sin contratiempos.

Más allá de las cifras y los equipos, el PAE del Cambio se ha convertido en bandera de una política pública que entiende que niños y niñas no pueden tener un rendimiento académico óptimo sino se alimentan correctamente.