La víctima de 21 años, fue asesinada a tiros en una calle del barrio Santa Ana. Iba camino a comprar cervezas para ver el partido de Colombia.

Cuando los vecinos del barrio Santa Ana se asomaron a la calle tras escuchar varios disparos, lo primero que vieron fue el cuerpo de un joven tendido en el suelo, inmóvil, en medio de un charco de sangre.

Apenas minutos después, la escena se tornó aún más desgarradora: una mujer llegó corriendo, desesperada, gritando el nombre de su hijo. “¡Díganme que no es mi hijo, por favor!”, repetía una y otra vez, fuera de sí, con la mirada perdida, esperando un milagro.

Los uniformados intentaron contenerla, pero ya era inevitable. Le confirmaron lo que más temía: el joven asesinado era su hijo, Camilo Andrés Gómez García, de 21 años. Ella se derrumbó en el pavimento, junto al cuerpo, llorando desconsoladamente, sin poder creer lo que estaba viviendo. Se ahogaba en gritos, pidiendo justicia, preguntando por qué le habían hecho esto a su hijo..

Camilo había salido un rato antes a encontrarse con unos amigos para ver el partido de la Selección Colombia. Iba a comprar unas cervezas cuando recibió una llamada. Les dijo a sus amigos que se adelantaran y se quedó solo. Fue en ese momento cuando aparecieron dos hombres en moto, lo interceptaron y le dispararon sin darle oportunidad de escapar. Murió al instante.

Este es el segundo asesinato de un joven ocurrido este mismo viernes en Santa Marta. Horas antes, otro joven había sido ultimado en el barrio Tayrona, aumentando la preocupación por la violencia que se vive en la ciudad.

Mientras las autoridades acordonaban la zona e iniciaban las labores de levantamiento del cadáver, la madre de Camilo no dejaba de llorar. La noticia del crimen se regó por el barrio y rápidamente llegaron más familiares y vecinos, algunos intentando consolarla, otros simplemente en silencio, sin palabras ante una escena tan dolorosa.

Las autoridades iniciaron una investigación para esclarecer los móviles del crimen y dar con los responsables.