Otro joven asesinado en Santa Marta: Cristo Rey volvió a poner otro muerto a la ola de violencia


Se trataba de un joven de 20 años, quien fue atacado a tiros por sicarios cuando regresaba a casa. Las autoridades investigan si el crimen está relacionado con las disputas entre bandas por el control del microtráfico y la extorsión en Santa Marta.

La violencia no da tregua en el barrio Cristo Rey. Esta vez, la víctima fue un joven de apenas 20 años que caminaba desprevenido hacia su casa cuando fue sorprendido por sicarios que le arrebataron la vida a tiros, en una escena que repite el patrón de otras muertes recientes en esta misma zona del sur de Santa Marta.

Juan David Navarro Olivo, residente del sector conocido como Villa Gallina y dedicado a oficios varios, fue atacado en la tarde del domingo 13 de julio en la calle 143, una vía destapada donde, según testigos, transitaba sin imaginar que sería su último recorrido.

Dos hombres a bordo de una motocicleta se acercaron. El parrillero descendió, sacó un arma de fuego y sin mediar palabra le disparó en varias ocasiones, principalmente en la cabeza. Juan David cayó al suelo y murió en el acto. Su cuerpo quedó tendido boca arriba, mientras vecinos y familiares se agolpaban, impotentes, frente a la escena del crimen.

Miembros del CTI de la Fiscalía llegaron minutos después para realizar la inspección técnica al cadáver y trasladarlo a Medicina Legal, donde se le practicará la necropsia. La Policía inició la investigación para esclarecer el homicidio y determinar si hay vínculos con las disputas territoriales que afectan a ese sector.

lea también : Casi muere ahogada en Inca Inca, pero un milagroso rescate le salvó la vida

Cristo Rey ha sido golpeado por una seguidilla de homicidios que, según las autoridades, estarían relacionados con ajustes de cuentas entre estructuras criminales que se disputan el control del microtráfico y las rentas ilícitas, como la extorsión. No obstante, los familiares de Juan David aseguran que él no tenía problemas ni vínculos con actividades ilegales. Lo describen como un joven alegre, trabajador y querido por todos.

«Era un buen muchacho, no se metía con nadie, siempre estaba buscando la manera de ayudar en la casa. Esto nos destruyó», expresó un allegado que llegó al lugar de los hechos poco después del crimen.

Hasta el momento no se han producido capturas por el asesinato, pero la Policía trabaja en la recolección de cámaras de seguridad y testimonios que permitan identificar a los responsables.

Mientras tanto, en Cristo Rey crece el temor. Los habitantes denuncian que la inseguridad ha empeorado y que cada muerte, cada disparo, parece quedar en la impunidad.


¿Quieres pautar

con nosotros?