El cuerpo de la víctima fue encontrado en un lote abandonado.
El el municipio de Pivijay, el eco de los disparos ha dejado de ser un sonido extraño. En la madrugada de este jueves, en un terreno baldío a las afueras del municipio, un nuevo cuerpo apareció bajo la sombra de la guerra que enfrenta al Clan del Golfo y a Los Primos.
Esta vez, la víctima fue Lenin García Cantillo, un hombre cuyo nombre ahora se suma a la lista de los caídos en una lucha sin tregua por el control territorial.
El hallazgo en la madrugada
El sector conocido como La Sombra, un paraje solitario que bordea la salida del pueblo, fue el escenario del hallazgo. Algunos testigos relatan haber escuchado ráfagas de disparos, pero nadie se atrevió a asomarse.
Pivijay, un pueblo que aprendió a vivir entre silencios forzados, despertó con la noticia de otro cadáver abandonado.
Al amanecer, la noticia corrió de boca en boca. Los habitantes, acostumbrados al miedo, observaban desde lejos cómo la escena era tomada por la Policía y el CTI. Pero las autoridades no ofrecieron respuestas. Ni un pronunciamiento oficial, ni una hipótesis sobre el crimen. Solo el rumor de que este asesinato es otro eslabón de la cadena de violencia que azota la región.
Un pueblo atrapado en la guerra
Pivijay es un territorio marcado por el enfrentamiento entre estructuras criminales que disputan el control de las rutas del narcotráfico y las economías ilegales. En las últimas semanas, la violencia se ha recrudecido. Cada homicidio es un mensaje, una advertencia en una guerra donde los civiles quedan atrapados entre el fuego cruzado.
El miedo se ha vuelto parte de la cotidianidad. Las familias ya no hablan de política ni de problemas comunitarios en voz alta. Las miradas esquivas, las calles semivacías al anochecer y los pasos apresurados son el reflejo de un pueblo que sobrevive bajo la sombra del crimen.