La mayoría de los fallecidos son adultos mayores que han presentado quebrantos de salud mientras disfrutaban de un baño en el mar.
En lo que va del 2024, las playas de Santa Marta han registrado un saldo trágico: nueve personas foráneas han perdido la vida por ahogamiento mientras disfrutaban del mar.
La mayoría de las víctimas son adultos mayores que enfrentaron problemas de salud mientras se bañaban, lo que les hizo perder el control y, resultó fatal para ellos.
Estos incidentes han llevado a la ciudadanía a exigir una mayor presencia de salvavidas en los balnearios, una medida considerada esencial para prevenir futuras tragedias.
Aunque los prestadores de servicios turísticos han intervenido en algunas emergencias, su capacidad no es suficiente para atender la alta demanda en una ciudad que recibe miles de turistas cada año.
La semana pasada, su rápida acción permitió salvar a un visitante que había comenzado a ahogarse, pero esta labor no puede recaer únicamente sobre ellos.
Las historias detrás de estas cifras reflejan el dolor y la sorpresa de familias que llegaron a Santa Marta en busca de descanso y encontraron un desenlace fatal.
Una de las tragedias ocurrió en la playa de El Rodadero, donde John Jairo Jaramillo, de 60 años, turista proveniente de Medellín, murió tras salir solo a disfrutar del mar.
En el Parque Tayrona, en Playa Brava, Uriel Alejandro López Chávez, de 32 años y oriundo de Cali, fue arrastrado por las olas tras, presuntamente, sufrir un calambre que le impidió volver a la orilla.
En otra de las playas, Leidys Carrillo Mendoza, de 42 años y natural de Cartagena, también perdió la vida mientras disfrutaba de sus vacaciones.
En un caso similar, Yeferson Barrios Fonseca, un joven de 21 años oriundo de Barranquilla, fue encontrado flotando en El Rodadero.
Luz Amira Gómez Camacho, de 75 años, nacida en Bucaramanga y residente en Bogotá, falleció mientras se bañaba en el balneario de Pozos Colorados.
José María Campos Sierra, turista bogotano de 67 años, murió tras ser arrastrado por una ola mientras descansaba en la Bahía de Santa Marta.
Finalmente, Juan Carlos Olivera Castillo, de 32 años, perdió la vida tras sufrir un problema de salud en el agua, que lo dejó sin posibilidades de reaccionar a tiempo.
La ausencia de un servicio permanente de salvavidas en estas playas ha sido señalada como una de las principales deficiencias.
La ciudadanía, turistas y prestadores de servicios coinciden en la necesidad urgente de establecer medidas preventivas que protejan la vida de quienes visitan el mar.
Igualmente las autoridades hacen un llamado a la prudencia de bañistas quienes en muchas ocasiones se introducen en el agua bajo los efectos del alcohol y no miden consecuencias.
