
Nueva equivocación de Petro: denuncia ocultamiento de insulina, pero muestra medicamento para la tiroides
El presidente acusó a una empresa farmacéutica de ocultar insulina, pero la prueba que presentó era de otro medicamento.
Gustavo Petro volvió a ser el centro de una controversia en redes sociales. Con su característico tono de denuncia, el presidente de Colombia publicó un mensaje alarmante: 113.000 dosis de insulina estaban «escondidas» en una bodega de Audifarma en Bogotá, en medio de la crisis de desabastecimiento de medicamentos. Acompañó su acusación con una imagen que, en teoría, debía servir como prueba. Pero en vez de generar indignación, la publicación despertó una ola de críticas y burlas.
Las cajas que mostraban la supuesta insulina eran, en realidad, de levotiroxina sódica, un medicamento utilizado para tratar el hipotiroidismo. Un error que no tardó en ser señalado por médicos, periodistas y opositores. Mientras Petro intentaba responsabilizar a las empresas farmacéuticas por la escasez de insulina, lo que realmente exponía su publicación era su desconocimiento y la falta de verificación de los datos antes de lanzar acusaciones.
El impacto del error
Las reacciones fueron inmediatas. Alejandro Gaviria, exministro de Salud y crítico frecuente del Gobierno, no tardó en calificar al presidente de «mitómano», acusándolo de manipular la información para reforzar su narrativa contra las EPS. Desde el Congreso, Lina María Garrido ironizó sobre la confusión del mandatario y lanzó una frase que se hizo viral: «Petro está ENFERMO POR MENTIR y manipular». En redes sociales, usuarios recordaron que la insulina es un medicamento líquido que requiere refrigeración, mientras que la levotiroxina viene en tabletas y no tiene ninguna relación con la diabetes.
Lo más grave, según expertos en salud pública, no fue solo el error en sí, sino el efecto que este tipo de desinformación puede tener en un país donde la crisis de medicamentos es una realidad preocupante. En lugar de ofrecer soluciones o información precisa, la equivocación del presidente desvió la atención y sembró más confusión en un tema delicado.
Un intento de justificación
Ante la avalancha de críticas, Petro no rectificó de inmediato. Su estrategia fue insistir en que las farmacéuticas son responsables de la crisis y desviar la discusión. Sin embargo, el daño ya estaba hecho. La credibilidad del mandatario, al menos en este asunto, quedó golpeada.
El episodio dejó en evidencia un problema recurrente en su gobierno: la velocidad con la que se lanzan acusaciones sin verificar los datos. En su afán por responsabilizar a terceros, Petro terminó exponiendo su propia falta de rigor. En tiempos de crisis, la precisión en la información es clave. Pero en este caso, el presidente prefirió la confrontación antes que la verdad.
PAUTE
AQUÍ
420 px x 450 px
INFO AQUÍ